A los españoles nos gusta pedir comida a domicilio. El año pasado el mercado de envíos de comida a casa creció un 7% y, aunque aún representa un porcentaje pequeño dentro de la restauración, lo cierto es que nuestros hábitos van cambiando y cada vez somos más propensos a levantar el teléfono (o a hacer clic en Internet) para que nos lleven los platos listos hasta la mesa de nuestro comedor. Pero, ¿qué tipo de comida elegimos? ¿Cuáles son nuestros gustos a la hora de pedir platos a domicilio?
Parece que nuestros pedidos se decantan, de manera clara, hacia la comida asiática. Según un estudio elaborado por Cuponation en las 50 provincias españolas, en función de los datos de pedidos en la plataforma Just Eat, un 32% de la demanda es de comida china, y un 12% comida japonesa. La comida americana ha superado a un clásico como la italiana y la comida española se mantiene en un discreto segundo plano, junto a otras opciones exóticas, como los platos turcos o la comida india.
Los gustos varían por provincias
La comida china es la preferida por los habitantes de 16 provincias, entre ellas Vizcaya, Zaragoza, Navarra, Castellón o Salamanca. Barceloneses, sevillanos y burgaleses, entre otros, prefieren la japonesa, que triunfa en seis provincias.
En Asturias, León, Zamora, Málaga, Alicante –y en 7 provincias más– triunfa lo americano; mientras que Cáceres, Baleares o Murcia prefieren la pasta y la pizza (la preferida en 8 provincias).
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Vemos que a la hora de pedir comida a domicilio, lo castizo triunfa menos. Solo lo hace en Cádiz, Orense y Cantabria, aunque quizá la oferta de restaurantes tradicionales de comida española es menor en este canal.
Entre los más exóticos, Teruel, Cuenca y Albacete, donde triunfa la comida turca; y Madrid y Badajoz, donde lo hace la india.
Un ticket medio de 22€ y la influencia de Internet
Según un estudio elaborado por Isdigital.Data, aunque resulta más económico que el gasto que se realiza en restaurantes, el ticket medio del pedido a domicilio se sitúa en 22€, por lo que puede considerarse bastante elevado, casi el doble que el menú medio de una casa de comidas o un bar. Los que más gastan son los usuarios de mayor edad (entre 45 y 55 años), pero también es el grupo que utiliza estos servicios con menor frecuencia. Es habitual que este ticket medio incluya bebidas, postres y algún que otro producto de impulso (un aperitivo, una ensalada, etc.).
Entre los usuarios de comida a domicilio, las fuentes de información intercambian su grado de influencia: aquí domina claramente Internet (74%), seguido de la recomendación directa. El clásico buzoneo mantiene su eficacia casi para la mitad de los ciudadanos, mientras que las redes sociales inciden en los más jóvenes. Dentro de la Red, las webs de los propios restaurantes o locales son las más utilizadas para buscar proveedores, aunque seguidas muy de cerca por los agregadores y plataformas multimarca.
En cuanto a las motivaciones, el tipo de cocina y el precio son las principales a la hora de elegir la fuente de abastecimiento. Las recomendaciones bajan su peso específico en este apartado, excepto para los usuarios de mayor edad, y resulta curioso que el tiempo de entrega del pedido no tenga una relevancia decisiva en la compra.
Por último, cabe señalar que la publicidad mantiene su influencia como detonante del consumo: una gran parte de los usuarios afirma haber realizado pedidos tras ver un anuncio. Además, muchos de ellos suma bebidas y/o postres en los pedidos con mayor o menor frecuencia y tres de cada cuatro termina consumiendo más de lo que tenía pensado a la hora de hacer el pedido.