Con el buen tiempo… ¡comienza la temporada de aperitivos al aire libre! Si buscas una receta saludable para compartir en la próxima reunión familiar o de amigos, tenemos una propuesta: un hummus rico, saludable y muy fácil de preparar. ¿Quieres conocer sus secretos?
Garbanzos, tahina, ajo, limón, aceite de oliva, cominos y semillas de sésamo son los ingredientes de la receta más tradicional del hummus, un plato cuyo origen se disputan, al menos, 7 países: Líbano, Israel, Grecia, Turquía, Jordania, Siria e, incluso, Egipto. En cualquier caso, y sea cual sea su “nacionalidad”, lo que importa es que se trata de un plato muy rico en proteínas vegetales y que gusta prácticamente a todo el mundo, incluidos aquellos que no son demasiado partidarios de las legumbres.
Los garbanzos, una excelente fuente de nutrientes
La base principal del hummus son los garbanzos, cocidos y luego hechos una pasta junto con el resto de ingredientes que, como decíamos, son la tahina o tahini (una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo), el ajo, el limón, comino y el aceite de oliva. Opcionalmente, se puede añadir pimentón. A partir de ahí, encontramos variaciones con diversos ingredientes, pero estos son los que componen la receta más tradicional de este aperitivo.
Los garbanzos, al igual que el resto de recetas con legumbres, aportan al organismo multitud de nutrientes. Tal y como reconoce la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación), tienen un alto contenido en proteínas (el doble que las que se hallan en el trigo y el triple que en el arroz). Además, son ricas en carbohidratos complejos, micronutrientes, aminoácidos y vitaminas, sobre todo del grupo B. Son bajos en grasa y altos en fibra, por lo que ayudan a promover la salud digestiva, así como a regular los niveles de energía, sin olvidar su alto contenido en folato, calcio, magnesio, zinc y potasio, esenciales para un gran número de funciones del organismo.
Semillas de sésamo para reducir el colesterol
Las semillas de sésamo también son una importante fuente de vitaminas A y E, además de minerales, pero su aporte más importante lo realizan dos sustancias presentes en estas semillas, la sesamina y la sesamolina, ambas asociadas a la reducción del colesterol malo.
En cuanto a los ingredientes que completan la receta, tanto el limón, como el ajo y el aceite de oliva han demostrado ampliamente sus beneficios sobre el organismo, por lo que estamos ante una receta muy saludable.
Trucos para elaborar el hummus perfecto
La elaboración del hummus es sencilla, ya que se trata de triturar todos los ingredientes hasta formar una pasta homogénea que, después, podemos comer con pan de pita o con tostadas. Aun así, hay algunos trucos para el resultado sea perfecto.
- Garbanzos de calidad: tanto si los vamos a cocer nosotros en casa como si los compramos ya cocidos en conserva, lo más importante es que sean de buena calidad, ya que se notará en el resultado final.
- Tahina, imprescindible: es la que le aporta el sabor característico del sésamo. Es fácil encontrar en cualquier herbolario o en algunas grandes superficies. También se pueden añadir semillas de sésamo tostado por encima cuando lo vayamos a servir y el sabor se verá realzado.
- Ojo a las proporciones: para lograr unos sabores equilibrados, tendremos que tener cuidado con las proporciones. Por ejemplo, para medio de kilos de garbanzos cocidos y escurridos, usaremos 3 cucharadas soperas de tahina, un diente de ajo, dos cucharadas soperas de aceite de oliva, el zumo de un limón y una pizca de comino, además de sal.
- ¡Usa aceite de oliva! Es el que le va a dar la untuosidad que esta crema necesita al prepararla. Y no olvides añadir un chorrito final por encima a la hora de servirlo.
- No lo sirvas muy frío: si lo has preparado con antelación y lo has metido a la nevera, sácalo un rato antes y deja que se temple un poco para comerlo.
Variaciones de la receta tradicional
Si os gusta esta receta y la queréis variar un poco para ofrecer más opciones a vuestros comensales, podéis optar por otras variaciones. Os dejamos con algunas de ellas:
- Hummus de remolacha: usa la receta tradicional de hummus y añade 1 remolacha cocida. Le aportará un intenso color rosado.
- Hummus de espinacas y albahaca: se añaden hojas frescas de ambos vegetales, con lo que se logra un sabor muy fresco y una tonalidad más verde.
- Hummus de judías pintas: consiste en sustituir los garbanzos por judías pintas cocidas, manteniendo el resto de ingredientes. El color será más oscuro, aunque la textura también resultará muy agradable.
- Hummus con berenjenas: en lugar de servirlo en un bol y acompañarlo de pan, podemos cocinar rodajas de berenjenas a la plancha y poner el hummus sobre ellas, acompañadas de algunos brotes tiernos y, si es temporada, unos granos de granada. La combinación de berenjena y hummus funciona muy bien y transporta nuestros sentimos a países de oriente.