La tercera edición del Ciclo Diálogos Saludables sobre el Aceite de Oliva llegó el pasado día 4 de noviembre a Bilbao para abordar el papel que ejerce este producto en la lucha de una de las lacras del siglo XXI: la obesidad. La Interprofesional del Aceite de Oliva continúa su ronda de encuentros por España divulgando los bienes para la salud que produce una buena dieta en la que el aceite de oliva es protagonista
Esta enfermedad ya afecta al 23,7% de los mayores de 18 años en nuestro país, según los datos ofrecidos por la OMS, y trae consigo problemas cardiovasculares y diabetes, entre otras dolencias. «Es un problema que se está extendiendo cada vez más y que, en parte, ha venido provocado por el abandono de los patrones alimentarios tradicionales. Por este motivo, debemos recuperar unos hábitos saludables, basados en la Dieta Mediterránea y en el consumo responsables de una grasa tan beneficiosa como es el aceite de oliva», aseguró Teresa Pérez Millán, Gerente de la Interprofesional del aceite de oliva.
¿Qué puede aportar el aceite de oliva a esta lucha?
Para el Dr. Jordi Salas, Director de la Unidad de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de Reus (Universidad Rovira i Virgili) y destacado investigador del estudio PREDIMED, «en el caso de la obesidad, observamos que el grupo de consumidores de este estudio que suplementaba su dieta con aceite de oliva vio reducido su peso corporal, en comparación con el grupo que seguía una dieta baja en grasas. Y no sólo eso sino que el efecto saciante de esta dieta era mayor, por lo que ingerían menor cantidad de alimentos».
Los beneficios no se quedan ahí, ya que esta reducción de peso del grupo de participantes del estudio que suplementaba su dieta con aceite de oliva venía acompañada de una reducción de la incidencia de diabetes.
Evitar productos perjudiciales
La clave para volver, poco a poco, a recuperar esos hábitos saludables que hemos ido perdiendo con los nuevos estilos de vida que se han implantado en la sociedad es rechazar esos nuevos alimentos que han ido apareciendo en nuestra alimentación y que no aportan ningún beneficio, como la bollería industrial, los refrescos azucarados, los productos ultraprocesados o la comida basura. «La idea es volver a los platos tradicionales, apostar por la fruta, las verduras, el pescado, las aves, reducir el consumo de carne roja… Es posible disfrutar de la comida con un abanico muy amplio de posibilidades y siguiendo unas pautas saludables», aseguró Mª José Ibáñez, Presidenta del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas del País Vasco.
Ibáñez hizo hincapié, además, en que «conforme vamos avanzando en la investigación podemos ir afinando y mejorando las recomendaciones nutricionales. Por eso ahora somos capaces de diferenciar las grasas que son buenas, como el aceite de oliva, de las que tienen efectos perjudiciales, y no meterlas así todas en el mismo saco poniendo una etiqueta de prohibido». La nutricionista recordó dos pequeños trucos, sencillos de aplicar, y que nos ayudan a luchar contra el sobrepeso: controlar el tamaño de las raciones y elegir bien la guarnición, apostando mejor por verduras asadas o a la plancha.
Ensalzar la cultura del aceite de oliva
El periodista y divulgador José Mª Íñigo, que aborda temas alimentarios en el programa de RNE «No es un día cualquiera», donde ha hecho célebre la frase «¿y aquí qué se come?», abogó por revalorizar los productos tradicionales que representan nuestra cocina, como es el aceite de oliva. «Es curioso que, siendo uno de los mayores productores, en nuestro país haya tanto desconocimiento y tan poca cultura sobre el aceite de oliva. No sabemos diferenciar variedades ni momentos de uso y eso es algo que hay que cambiar desde todos los estamentos».
Lo mismo opinó el cocinero y presentador de televisión David de Jorge, más conocido como Robinfood, quien definió el aceite de oliva como uno de los pilares de la cocina de occidente. «Es un lujo, como un perfume parisino; algo que hay que usarlo de manera adecuda y comedida para lograr platos que te hagan elevarte varios metros del suelo». El cocinero, que se ha sometido a una estricta dieta para bajar los 267 kilos de peso que tenía, aconsejó acudir a profesionales de la nutrición para elegir buenos patrones alimentarios en los que el aceite de oliva está presente.
El papel de la gastronomía
Por su parte, Xavier Allirot, Doctor en Ingeniería Agroalimentaria por la Universidad de Lyon; experto en Comportamiento alimentario, nutrición, saciedad y apetito; e investigador en el Basque Culinary Center, aseguró que debemos luchar contra el acto de banalización de la comida que se está produciendo. Los nuevos estilos de vida provocan que cada vez se coma menos en familia y que se dedique menos presupuesto familiar a la cesta de la compra. Hay que revalorizar la gastronomía y lo que aporta a los consumidores, el placer gustativo y también el social. Pero hay algo más, «los científicos han demostrado que las personas con mayores competencias culinarias hacen mejores elecciones de alimentos, más sanas y equilibradas. Por lo tanto, existe un reto para que la gastronomía trabaje mano a mano con la nutrición en la búsqueda de dietas saludables.
Y es que no sólo influye el tipo de alimentos que consumimos, sino en qué circunstancias lo hacemos, cómo los cocinamos y cómo los comemos. Por ejemplo, está demostrado que comer mientras vemos la televisión hace que comamos más. Y esto es así porque hay que entender el papel que desempeña un elemento que los anglosajones llaman «mind food eating» o «comer con plena conciencia»: comer con todos los sentidos puestos en el acto propio de la comida provoca que nos saciemos más pronto.
El aceite de oliva para reducir la diabetes gestacional
Durante la jornada también se abordó el tema de la diabetes gestacional, es decir, la alteración en la regulación de la glucosa que aparece durante el embarazo y que puede causar muchos problemas durante el mismo, así como en el momento del parto y, posteriormente, en la salud del recién nacido. El Dr. Alfonso Calle habló de los estudios que están realizando al respecto y que han desterrado la idea de que todas las grasas son perjudiciales durante el periodo gestacional.
Según sus investigaciones, la apuesta por dietas que incluyan el consumo de aceite de oliva virgen extra hace que la ganancia de peso sea reducida y, por tanto, que disminuya también la incidencia de diabetes gestacional.