Un verano más estamos sufriendo, en la mayoría de los rincones de España, temperaturas extremas que, de un modo u otro afectan a nuestro organismo, sobre todo a la hora de dormir. El calor provoca que nos cueste más trabajo conciliar el sueño y que la calidad del mismo sea peor. Y esta falta de descanso tiene consecuencias negativas: mal humor, irritabilidad, falta de lucidez mental y una actividad cerebral más lenta.
Los expertos aseguran que la temperatura exterior, a la hora de dormir, debe situarse entre los 20 y los 22ºC, algo difícil de conseguir estos días en que las mínimas nocturnas están alcanzando los 30ºC en muchos puntos de nuestro país. Si eres de los afortunados que ha instalado un aparato de aire acondicionado en casa, quizá lo tenga más fácil para descansar, aunque tampoco es el mejor método, ya que tiende a resecar la piel y las mucosas y puede provocar problemas de irritación de garganta, conjuntivitis e, incluso, dolores articulares.
Trucos para conciliar el sueño… a pesar del calor
¿Qué podemos hacer entonces para conciliar el sueño este verano tan caluroso? Desde La Española Salud os dejamos unos pequeños trucos que os ayudarán a descansar.
1. Cena ligero y apuesta por alimentos frescos: las comidas copiosas hacen que las digestiones sean más pesadas y que se necesite más energía para hacerlas, por lo que nuestra temperatura corporal subirá y nos costará más trabajo conciliar el sueño. Es el momento de apostar por gazpachos y sopas frías, así como ensaladas. También es importante cenar, al menos, dos horas antes de irnos a dormir.
2. Toma una cucharada de aceite de oliva antes de irte a dormir: las altas temperaturas y la falta de precipitaciones provoca que haya mucha más sequedad en el ambiente y que nos cueste respirar en la cama. Una cucharada de aceite de oliva ayuda a lubricar los músculos de la garganta y nos permite respirar mucho mejor.
3. Ventilador, mejor que aire acondicionado: un ventilador que permita mover el aire de la habitación nos ayudará a dormir. Además, podemos sumarle otro truco muy útil: si colocamos delante de él un recipiente con hielo, se enfriará el aire que mueve y nos ayudará a bajar la temperatura de la estancia.
4. Mantén las persianas bajadas durante las horas de más calor: eso permitirá llegar a la noche con algún grado menos en la estancia. Cuando baje el sol, lo ideal es subir las persianas y permitir que se renueve el aire del dormitorio.
5. Toma una ducha tibia antes de acostarte. ¿Por qué no fría? Pues porque el agua fría reactiva el organismo y pone en marcha mecanismos de gasto energético, con lo que la sensación de calor aumenta.
6. Ejercicio físico sí, pero moderado: el cansancio que nos provoca la práctica de ejercicio puede facilitar el sueño, siempre que sea moderado y que lo hagamos, al menos, dos horas antes de irnos a dormir. Al contrario, hace que nuestra temperatura corporal se eleve y que nos cueste más descansar.
7. El alcohol no ayuda: aunque da la sensación de que tomar una cerveza fresquita nos ayuda a refrescarnos y a dormir mejor, los expertos aseguran que es una falsa sensación y que, al dilatar los vasos sanguíneos, podría llegar a provocarnos un golpe de calor, sin contar con que la calidad del sueño es peor cuando ingerimos alcohol.
8. Hidratación: sí que es muy importante hidratarse a lo largo del día para mejorar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
9. Usa ropa de algodón para dormir: es el tejido que mejor deja respirar a la piel y, por tanto, el que mejor nos ayudará a conciliar el sueño.
10. Congela la almohada: ¡sí, lo has oído bien! Algunos expertos aseguran que una almohada fría ayuda a reducir la temperatura corporal y, por tanto, a mejorar el descanso. Así que, deja un hueco en tu congelador, protege bien la almohada y deja que se enfríe un rato antes de irte a dormir. También hay quien humedece las prendas de dormir, aunque es un truco que puede llegar a provocar una sensación desagradable al acostarte.
¿Y tú? ¿Conoces algún otro truco para dormir mejor en verano?