Los beneficios del consumo de aceite de oliva son de sobra conocidos y hemos hablado de ellos en múltiples ocasiones, pero… ¿son también aplicables a los niños? La respuesta es… ¡sí! A partir de los 6 meses, cuando la alimentación de los niños se empieza a diversificar, el aceite de oliva se puede convertir en su gran aliado para el crecimiento, gracias a los micronutrientes esenciales que contiene. Os hablamos de los beneficios del aceite de oliva para niños y os contamos algunos trucos para que les guste.
El perfecto aliado tras la leche materna
El aceite de oliva virgen extra contiene ácidos grasos omega 3 y omega 6 en proporciones similares a la grasa de la leche materna y el mismo porcentaje de ácido linoleico, por lo que es un alimento fundamental para el desarrollo del cerebro de los niños.
Como decíamos, a partir de los 6 meses se puede incorporar una cucharadita de aceite de oliva, preferentemente virgen extra, en uno de los purés al día. Y a partir de los 12 meses, se puede incluir en todas las comidas. Además, es una grasa de fácil digestión y ayuda al funcionamiento gástrico, previniendo el estreñimiento y los cólicos de los más pequeños.
Ayuda al crecimiento
Otro gran beneficio del aceite de oliva es que ayuda a la absorción de la vitamina D, importantísimo para el crecimiento de bebés y niños porque regula el calcio y el fósforo y favorece el aporte de minerales esenciales para el proceso de osificación. Se trata de una protección adicional contra las fracturas óseas en la edad de crecimiento y, por tanto, la disminución del riesgo de osteoporosis en la vejez.
Combate el colesterol infantil
Por desgracia, tal y como recogen los últimos estudios, ha habido un aumento en los niveles de colesterol infantil, un gran contribuyente a la obesidad, que afecta a uno de cada tres niños de entre 6 y 9 años. Así pues, dado que el aceite de oliva reduce el colesterol total en sangre, el colesterol LDL y los niveles de triglicéridos, los médicos han recomendado reemplazar las grasas animales por aceite de oliva para ayudar esta creciente epidemia que se da entre los más pequeños.
Trucos para que les guste
Uno de los atributos que se valoran mucho en los aceites de oliva es el picor característico de algunas variedades. Sin embargo, en el caso de los más pequeños, esos sabores fuertes y amargos pueden causar rechazo al principio. ¿Qué trucos podemos usar para que desarrollen el gusto por el aceite de oliva?
En primer lugar, podemos optar por variedades con sabor más suave y amable, toques más frutados y no tanto amargor, como, por ejemplo, la arbequina, un tipo de aceituna que produce aceites con toques dulces y afrutados y en la que apenas es perceptible el amargor.
Otro truco consiste en preparar aderezos en los que mezclemos sabores dulces (que los niños toleran mucho mejor), con un chorrito de aceite de oliva. Por ejemplo, cítricos como la naranja combinan muy bien con el aceite para aderezar verduras y seguro que a los niños les encanta.
Y no olvidéis otro truco: a los más pequeños les encanta imitar lo que hacen los mayores por lo que, si nos ven a nosotros consumir aceite de oliva, seguro que ellos también quieren tomarlo. ¡Y mejor aún si elegís envases llamativos que despierten su atención!