El aceite de oliva es un alimento muy saludable que forma parte de la dieta mediterránea. Sus propiedades nutricionales y antioxidantes lo convierten en un aliado para la salud de las personas, pero ¿sabías que también es beneficioso para las mujeres durante el embarazo? En este artículo te contamos algunos de los beneficios que aporta el consumo de aceite de oliva en este periodo y cómo puedes incorporarlo a tu dieta.
Beneficios del aceite de oliva en el embarazo
El aceite de oliva es una fuente de ácidos grasos monoinsaturados, principalmente ácido oleico, que ayudan a regular el colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares. Además, contiene vitamina E, un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo y favorece la estabilidad estructural y funcional de los tejidos. Estos son algunos de los beneficios que tiene el consumo de aceite de oliva en el embarazo:
- Mejor desarrollo cognitivo del feto: al ácido oleico es esencial para la formación del sistema nervioso del bebé, especialmente durante el último trimestre del embarazo. También contribuye al desarrollo del cerebro y la retina, gracias a su contenido en ácidos grasos omega-3. Además, estos nutrientes se transmiten al bebé a través de la leche materna, por lo que es importante que la madre siga consumiendo aceite de oliva durante la lactancia.
- Fortalecimiento del sistema óseo: el aceite de oliva facilita la absorción del calcio y otros minerales que son necesarios para el desarrollo del sistema óseo del feto. Además, previene la osteoporosis y las fracturas en la madre.
- Menor riesgo metabólico: el consumo de aceite de oliva en el embarazo se asocia a un menor ingreso hospitalario de los niños durante sus dos primeros años de vida, según una investigación publicada en la Journal of Clinical Medicine. Esto se debe a que el aceite de oliva ayuda a prevenir la obesidad, la diabetes gestacional y la hipertensión arterial en la madre, así como el bajo peso al nacer y las complicaciones neonatales en el bebé.
- Protección de la piel: el aceite de oliva tiene efectos antioxidantes sobre la piel, lo que ayuda a evitar marcas cutáneas e, incluso, estrías. También hidrata y nutre la piel, favoreciendo su elasticidad y suavidad.
- Prevención de la depresión posparto: algunos estudios han encontrado una relación entre el consumo de ácidos grasos omega-3 y la incidencia de la depresión. El aceite de oliva puede ayudar a prevenir este trastorno al mejorar el estado de ánimo y el equilibrio hormonal de la madre.
Cómo consumir aceite de oliva en el embarazo
Para aprovechar todos los beneficios del aceite de oliva en el embarazo, lo ideal es consumir entre dos y cuatro cucharadas al día, preferiblemente en crudo o con una cocción suave. Puedes usarlo para aliñar ensaladas, verduras, legumbres, o para preparar salsas, vinagretas o mayonesas caseras. También se puede tomar en ayunas para mejorar la digestión y el tránsito intestinal.
En definitiva, el aceite de oliva es un alimento muy beneficioso para las mujeres embarazadas y sus bebés, siempre que se consuma de forma adecuada y siguiendo las recomendaciones del médico. ¡No dudes en incluirlo en tu dieta y disfrutar de su sabor y sus propiedades!