Cuando cocinamos con aceite, especialmente cuando lo usamos para freír alimentos, en ocasiones vemos que se produce una espuma en la superficie. ¿Sabéis por qué el aceite hace espuma? Los motivos son varios y os los explicamos en este post.
Humedad de los alimentos
En primer lugar, hay que decir que, a priori, el hecho de que un aceite haga espuma al cocinar no es síntoma de que el aceite no tenga calidad, al menos cuando lo usamos por primera vez, sino que tiene más que ver con los alimentos que introducimos en él.
La mayoría de los alimentos que cocinamos contienen agua. Al entrar en contacto con el aceite de oliva caliente, esa humedad del alimento sale a la superficie para evaporar, produciendo espuma. Para evitar que se forme en exceso, lo mejor es retirar todo el agua posible de los alimentos que vamos a freír, secándolos con un papel absorbente. Con ello conseguiremos, además, que el aceite se degrade menos y podamos reutilizarlo más veces.
Temperatura demasiado alta
Cuando freímos a una temperatura demasiado alta, también provocamos que se produzca más espuma y, en consecuencia, que el aceite se degrade a mayor velocidad. Por ello, es importante conocer el llamado “punto de humo” de cada aceite, para saber a qué temperatura debemos llevarlo para cocinar sin que se empiece a descomponer y, por tanto, se degrade. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, el aceite de oliva tiene un punto de humo más bajo, lo que le permite reutilizarse más veces manteniendo su calidad.
Aceite “cansado”
El número de veces que podemos reutilizar un aceite no es infinito, ya que con cada fritura se va degradando paulatinamente. Cuando llegamos a un punto de degradación que ya no nos permite usarlo más hablamos de un aceite “cansado” y lo notaremos, entre otras cosas, porque genera mucha más espuma al introducir los alimentos. Todas las impurezas que van quedando en él con los usos son las culpables de la aparición de ese exceso de espuma. Podemos evitarlo, en parte, colando siempre el aceite después de cada uso, pero lo más importante es no reutilizarlo en exceso.
Un truco: usa un corcho al freír
Por último, os dejamos un truco para evitar un exceso de espuma en el aceite cuando freímos alimentos: un corcho como el que se utiliza en los tapones de las botellas de vino. Eso sí, que esté limpio y no tenga restos de ningún tipo. Si añadimos el corcho en el aceite caliente antes de añadir los alimentos, veremos cómo absorbe parte de esas burbujas de la espuma, además de mantenerlo libre de impurezas.