El olivo, árbol milenario que adorna paisajes mediterráneos y cuya fruta nos brinda el preciado aceite de oliva, necesita cuidados específicos para asegurar su salud y productividad. Uno de estos cuidados esenciales es la poda. Pero, ¿por qué es tan importante podar los olivos? ¿Qué técnicas y qué herramientas son necesarias para llevar a cabo la poda? ¡Os lo contamos!
Importancia de la poda
La poda es fundamental para mantener la salud del olivo, ya que previene enfermedades al eliminar ramas secas, enfermas o dañadas. Esto facilita la ventilación entre las ramas, reduciendo la humedad y, por tanto, la posibilidad de aparición de hongos y plagas. Además, al quitar ramas que compiten por los nutrientes, se garantiza que el árbol tenga los recursos necesarios para mantenerse sano.
Por otro lado, mejora la producción. Podar adecuadamente aumenta la eficiencia en la producción de aceitunas. Eliminar ramas innecesarias o poco productivas permite que el árbol concentre su energía en las ramas más fructíferas, lo que se traduce en una mejor cosecha. Sin olvidar que facilita la recolección porque un árbol bien podado facilita el proceso de recolección de las aceitunas. Al tener menos ramas entrecruzadas y una estructura más abierta, los recolectores pueden acceder a los frutos con mayor facilidad.
A esto hay que añadir que ayuda a darle forma al árbol, lo que contribuye a su estabilidad. Un olivo con una estructura equilibrada es menos propenso a sufrir daños por vientos fuertes o por el peso de sus propios frutos, permitiendo además la renovación de las ramas. Al eliminar las viejas, se da espacio para el crecimiento de ramas jóvenes y vigorosas, asegurando que el olivo tenga una vida larga y productiva.
¿Qué técnicas se utilizan para podar el olivo?
Existen diferentes técnicas de poda del olivo, dependiendo del objetivo que se persiga, del tipo de olivar y de la edad del árbol. Algunas de las técnicas más comunes son:
- Poda de formación: se realiza durante los primeros años de vida del olivo, con el fin de darle una forma adecuada que facilite su desarrollo y su manejo. Se trata de elegir una rama principal o tronco, y eliminar las ramas laterales que compitan con ella. También se eliminan las ramas bajas que dificulten el paso de la maquinaria o el acceso a la luz. Se busca crear una copa abierta y equilibrada, que permita una buena aireación e iluminación. Existen diferentes sistemas de formación, como el vaso, la palmeta o la espaldera.
- Poda de mantenimiento: se realiza anualmente o cada dos años, una vez que el olivo ha alcanzado su forma definitiva. Su objetivo es mantener la estructura del árbol, favorecer su crecimiento y fructificación, y prevenir enfermedades. Se trata de eliminar las ramas secas, rotas o enfermas, las ramas que se cruzan o se sombrean entre sí, las ramas que crecen hacia el interior de la copa o hacia abajo, y las ramas improductivas o poco productivas. Se busca mantener una copa limpia y ordenada, que facilite la recolección y la calidad del aceite.
Esto último resulta esencial para comprender cómo estos procesos impactan en el producto final. Por ello, es importante saber identificar un aceite de oliva de alta calidad. Al igual que la poda influye en la salud y productividad del olivo, la lectura y comprensión de las etiquetas del aceite de oliva nos pueden revelar mucho sobre su calidad y origen. En este artículo de nuestro blog, se explican detalladamente los aspectos a considerar al elegir un buen aceite de oliva, desde la denominación de origen hasta los distintos tipos de aceite disponibles. Este conocimiento es fundamental, ya que un aceite de oliva de excelente calidad no solo es el resultado de una buena cosecha y producción, sino también de prácticas agrícolas adecuadas, entre las que la poda juega un papel crucial.
- Poda de rejuvenecimiento: se realiza cuando el olivo ha envejecido o ha sufrido algún daño severo por heladas, plagas o enfermedades. Su objetivo es recuperar la vitalidad y la productividad del árbol, eliminando gran parte de su masa vegetativa. Se trata de cortar el tronco o las ramas principales a una altura determinada, dejando solo unos pocos brotes o yemas. Estos brotes darán lugar a nuevas ramas que formarán una nueva copa. Se busca renovar el tejido vegetal y estimular el crecimiento y la fructificación.
¿Qué herramientas se necesitan para podar el olivo?
Para realizar una poda del olivo adecuada, se deben utilizar herramientas específicas que faciliten el trabajo y eviten dañar al árbol. Algunas de las herramientas imprescindibles son:
- Tijeras de podar: son las herramientas básicas para cortar las ramas más finas y delicadas. Deben ser afiladas, ergonómicas y ligeras. Existen diferentes tipos de tijeras de podar según el tipo de corte que realizan: bypass (corte limpio), anvil (corte aplastante) o tijera estrecha (corte preciso).
- Serruchos o sierras: son las herramientas necesarias para cortar las ramas más gruesas y leñosas. Deben ser resistentes, cómodos y seguros. Existen diferentes tipos de serruchos o sierras según el tipo de hoja que tienen: curva (más manejable), recta (más precisa) o plegable (más práctica).
- Motosierras: son las herramientas ideales para cortar las ramas más grandes y difíciles, o para realizar podas de rejuvenecimiento. Deben ser potentes, rápidas y estables. Existen diferentes tipos de motosierras según el tipo de motor que tienen: eléctrico (más silencioso y ecológico), de gasolina (más potente y autónomo) o de batería (más ligero y cómodo).
- Pértigas o mangos telescópicos: son las herramientas complementarias para alcanzar las ramas más altas o inaccesibles. Se pueden acoplar a las tijeras, los serruchos o las motosierras, y permiten regular la longitud según la necesidad. Deben ser robustos, flexibles y fáciles de usar.
Además de estas herramientas, se recomienda contar con un equipo de protección personal que incluya guantes, gafas, casco, botas y ropa adecuada. Y, muy importante, se debe desinfectar las herramientas antes y después de cada uso, para evitar la propagación de enfermedades entre los olivos.
Excelente explicación