Entre todas las herramientas indispensables en la cocina, probablemente los cuchillos ocupen en primer puesto del ranking. Sin ellos, la preparación de los alimentos sería bastante más difícil, por no decir imposible en algunos casos. En el mercado, encontramos diferentes modelos muy diferentes entre ellos: con la hoja más ancha, más larga, más o menos flexible, con sierra, lisos, etc. ¿Conocéis cuál es el uso más adecuado para cada uno de ellos? Hoy os vamos a ayudar a tenerlo un poco más claro.
El largo camino de los cuchillos
Ha llovido bastante desde los primeros modelos de cuchillos de los que se tiene noticia en la historia, hace 25.000 años. Aquellos estaban elaborados en piedra, sílex u obsidiana y, además de cortar piezas de animales, eran utilizados para la lucha.
Más tarde, en la Edad de Bronce, comenzaron a fabricarse en metal e, incluso, se les dotó de empuñadura. Los romanos fueron quienes empezaron a usar acero para elaborar cuchillos y no fue hasta principios del siglo XX cuando se usó el acero inoxidable.
Además de los materiales usados para su fabricación, la evolución de los cuchillos queda reflejada, como decíamos, en la aparición de los diferentes modelos, usados con distintas utilidades en la cocina. Veamos cuáles son.
El todoterreno: el cuchillo de cocinero o de “chef”
Probablemente sea uno de los más presentes en cualquier cocina. Es un cuchillo con hoja ancha y rígida, que suele medir en torno a los 20 cm (aunque los hay mayores) y cuya versatilidad hace que se utilice prácticamente para cualquier tipo de corte, sobre todo, para verduras y frutas.
La puntilla, para cortes pequeños
Otro de los cuchillos más utilizado es la puntilla, también conocido como cuchillo mondador. Su hoja, también rígida, es más pequeña (entre 7 y 11 cm.) y es ideal para algunos cortes de verduras más precisos, como el brunoise o el mirepoix.
Cuchillo torneador, para dar forma
Se trata de un cuchillo muy parecido a la puntilla, pero con una hoja más curvada. Los cocineros lo utilizan, fundamentalmente, para moldear y dar forma a vegetales, en un corte conocido como “torneadas”.
Deshuesador, para carnes
El cuchillo deshuesador cuenta con una hoja fina y un poco más flexible, además de un extremo puntiagudo, que le permite ejercer su función a la hora de separar la carne del hueso en diferentes tipos de piezas (carnes rojas, cordero, aves, etc.).
Cuchillo de pan, con sierra
El cuchillo de pan tiene una hoja más larga y con sierra en el filo, para poder cortar los diferentes tipos de panes, con cortezas más o menos duras.
Filetero o fileteador, con hoja flexible
El cuchillo filetero cuenta con una hoja larga y flexible y, como su propio nombre indica, se emplea para filetear piezas de carne o de pescado.
Cuchillo jamonero
Su hoja es larga, delgada y flexible, para facilitar un corte del jamón (y, en ocasiones, de otro tipo de embutidos y carnes) en láminas finas. Una variante del jamonero es el llamado cuchillo rebanador, muy parecido al primero, pero con el extremo superior de la hoja redondeada, y que se usa para lonchear salmón ahumado y otros productos.