¿Cómo ocupar a los niños durante las vacaciones de verano? En julio y agosto los más pequeños no tienen cole y, en ocasiones, no saben cómo gestionar tanto tiempo libre, lo que se convierte en un problema, tanto para ellos como para los padres. Nosotros os proponemos una solución: ¡La cocina! Involucrarles en ella y en las comidas diarias o plantear recetas especiales puede ser un modo divertido y educativo de entretener a nuestros hijos durante el periodo estival.
Los expertos en psicología infantil coinciden en señalar que involucrar a los niños en la cocina es una herramienta muy importante en el desarrollo de su personalidad, además de ayudarles a asumir responsabilidades cotidianas y a reforzar los vínculos familiares. También fomenta su creatividad y les ayuda a ganar confianza en sí mismos y a sentirse valorados. Si a todo eso le añadimos que supone un plus de diversión durante las largas jornadas veraniegas el resultado no puede ser mejor. ¡Deja que los niños se diviertan en la cocina!
Cocinar con niños ayuda a que descubran nuevos alimentos, los prueben y vayan ampliando sus horizontes alimentarios. Y, no solo eso… Pesar y medir cantidades refuerza los conocimientos en matemáticas y funciona como ejercicio estival para que no olviden lo aprendido durante el curso. Lo mismo ocurre con la lectura, por eso es importante encargarles a ellos la tarea de ir leyendo la receta a la hora de cocinar. Las actividades en la cocina fomentan, asimismo, el desarrollo de su vocabulario, no solo a través de los nuevos ingredientes que utilicemos sino también de nuevos materiales, preparaciones, etc. Y, por supuesto, es una manera estupenda de desarrollar la creatividad.
Las mejores recetas para cocinar con niños
A la hora de cocinar con los más pequeños y que se diviertan, lo mejor es convertir la experiencia en un juego. Hay que enseñarles a utilizar los cinco sentidos, a inventar historias en torno a la receta y, por supuesto, animarles a experimentar con los ingredientes y con la decoración de los platos. Tendremos que tener en cuenta, eso sí, la edad de los niños a la hora de asignarles tareas con mayor o menor riesgo, es decir, el uso de cuchillos o de los fogones estará reservado a los niños de cierta edad, mientras que con los más pequeños optaremos por preparaciones más sencillas y que se puedan trabajar con las manos. Algunas de la mejores recetas para preparar con los más pequeños son:
• Dulces y repostería: trabajar con sus manos las masas elaboradas con harina, huevos, leche o agua es una de las actividades que más suele entretener a los pequeños, por lo que la elaboración de magdalenas (magdalenas sin huevo), galletas, brownies, bizcochos, tartas, tortitas de desayuno o merienda, así como masas de pan o de pizza son un ejercicio estupendo para tenerles entretenidos. Además, podemos comprar elementos de repostería para decorar, como virutas de chocolate, caramelo, figuras de azúcar, etc. para que den rienda suelta a su creatividad.
• Helados y sorbetes: con el calor veraniego… ¿qué mejor idea que preparar unos refrescantes helados con los niños? Para que sean más saludables, podemos optar con sorbetes de frutas elaborados con zumos naturales, como manzana, naranja o sandía. Si, además, les damos textura incluyendo trozos de frutas, el resultado será más divertido. Después, solo tenemos que meter los ingredientes en unos recipientes para helados (o, en su defecto, en unos vasos de plástico con un palito de madera) y ponerlos en el congelador.
También podemos optar por preparar helados de yogur, mezclando yogur griego, un poco de nata espesa y azúcar o trozos de frutas. Lo metemos en un recipiente en el congelador durante unas 4 horas, acordándonos de removerlo cada 20 o 30 minutos para mantener la cremosidad. Podemos incorporar colorantes alimentarios y jugar con las tonalidades de los helados.
• Hamburguesas y pizzas: son dos de las recetas de cocina que más gustan a los niños y podemos enseñarles a prepararlas de forma saludable. Como decíamos un poco más arriba, podemos preparar, incluso, las masas, tanto el pan de hamburguesa como la de la pizza, para utilizar solo ingredientes naturales y que sean mucho más nutritivas. A los niños les encantará dar forma a la carne picada, y montar sus propias hamburguesas con queso, lechuga, tomate y decorarlas con kétchup o mostaza, además de estirar la masa de la pizza e incorporar todos los ingredientes.
• Batidos y smoothies: pelar y cortar la fruta para preparar refrescantes batidos y smoothies también es una manera divertida de entretener a los niños y, de paso, conseguir que tomen todas las vitaminas que les aporta la fruta. Podemos aprovechar para buscar recipientes atractivos para servirlos y adornarlos con trocitos de otras frutas.
• Ensaladas: otras de las recetas más frescas para el verano y que, en ocasiones, nos cuesta que los niños coman. Seguro que están encantados de convertirlas en su menú del día si son ellos quienes las preparan, jugando con las texturas y los colores de los ingredientes y convirtiéndolas en pequeñas obras de arte donde den rienda suelta a su creatividad.
Ya sabéis, este verano la cocina puede convertirse en el mejor centro de juegos para los más pequeños y… ¿Quién sabe? Puede que, además de divertirse, acaben convertidos en unos pequeños chefs.