Hidratarse correctamente, sobre todo en verano, cuando las temperaturas son mucho más altas, es fundamental para mantener un buen estado de salud. Tal y como recoge el decálogo «Disfruta este verano con salud», del Ministerio de Sanidad, es importantísimo beber agua y líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que estemos realizando. Por eso, os ofrecemos 5 bebidas alternativas, muy apetecibles, que nos van a ayudar a mantenernos hidratados. ¡Toma nota y apunta estas bebidas para refrescarte este verano!
La importancia de beber y refrescarse en verano
El agua es el componente mayoritario de nuestro cuerpo (hasta el 60%, en algunos casos) y, por tanto, necesitamos mantener una ingesta adecuada para que nuestros sistemas funcionen correctamente. Los síntomas de la deshidratación pueden ser ligeros, como la boca seca o la sensación de sed. Los expertos advierten que no debemos esperar a que aparezcan esos signos, sino que iremos repartiendo la ingesta de líquidos a lo largo de todo el día para evitar que aparezcan. La deshidratación puede manifestarse en forma de pequeños mareos, náuseas o taquicardia, pero sus consecuencias pueden llegar a ser más graves: calambres, convulsiones, pérdida de conocimiento y, en casos extremos, podrían llegar a producir la muerte.
¿Cuál es la cantidad adecuada para mantenerse bien hidratado? Pues depende un poco de las personas, de su actividad física o de su estado. Los bebés lactantes, los niños pequeños, los ancianos, las mujeres embarazadas y los deportistas tienen unas necesidades mayores de hidratación, ya que pierden más líquidos que el resto de la población. La última Pirámide de la Hidratación Saludable publicada por la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria) recomienda que el balance total de la ingesta de líquidos sea el equivalente a 10 vasos, lo que se traduce en unos 2 litros diarios, fundamentalmente agua mineral o de grifo (pero con bajo contenido salino), bebidas refrescantes sin azúcar, té o café e infusiones, zumos de frutas naturales, etc.
A algunas personas les resulta complicado mantener estos niveles de hidratación porque no les apetece beber agua pero, afortunadamente, existen alternativas saludables y muy apetecibles que pueden ayudar. Estas son nuestras cinco propuestas:
1. Limonada casera
Limón, lima, agua, azúcar y hielo. Cinco ingredientes sencillos para lograr una refrescante bebida en la que, a los beneficios del agua añadimos los del limón (que son muchos).
Para preparar esta limonada, solo tenemos que exprimir 4 o 5 limones (dependiendo del tamaño y de la cantidad de zumo que tengan), un par de limas, añadir 750 ml de agua, unas pieles de los cítricos, un poco de azúcar, si no os gusta muy ácida y hielo. Para evitar que el azúcar se quede en el fondo, podéis seguir la receta estadounidense y elaborar un jarabe de azúcar previamente, con un poco de agua, azúcar y ralladura de limón. También podéis decorar con unas hojas de menta.
2. Aguas saborizadas con frutas y/o vegetales
Mezclar el agua con diferentes frutas o vegetales puede ser una manera estupenda de beber agua y, además, aprovechar el aporte de vitaminas de los productos que utilicemos para saborizarlas. Cítricos (naranja, limón, pomelo…), frutos rojos (fresas, fresón, frambuesas, cerezas, arándanos…), uvas, ciruelas, kiwis, melocotones y otras frutas son ideales para dar un toque especial al agua, pero también vegetales, como el pepino, la zanahoria o el apio. Además, podemos añadir las hierbas aromáticas que mejor vayan con cada producto, como hierbabuena, albahaca, cilantro o salvia, por ejemplo. Y, si os atrevéis a dar un toque original, podéis optar por añadir alguna especia, como canela, cardamomo, jengibre o granos de pimienta.
3. Bebidas a base de té frío
Hoy en día encontramos en el mercado multitud de variedades de té que podemos infusionar, dejar enfriar, añadir hielo y disfrutar de ellas como bebida refrescante en cualquier momento del día. Especialidades más afrutadas, otras más especiadas, con sabores cítricos, aromas a vainilla o a canela, etc., son ideales para elaborar un refrescante té frío. Además, una vez frío, podemos añadir unas rodajas de limón, de naranja o alguna hierba aromática para complementar.
4. Café frappé
Las bebidas a base de café también son una buena opción para hidratarse. Lo podemos preparar a base de café instantáneo o de cafetera. Lo metemos en una coctelera y añadimos agua fría y hielo picado, agitamos bien, y tendremos una bebida muy refrescante para tomar a media mañana o después de comer.
5. Smoothies con frutas de verano
Ya os hemos hablado en otras ocasiones de los beneficios de los smoothies. Si, además, utilizamos frutas de verano, como la sandía o el melón, tendremos una bebida hidratante y refrescante, además de muy saludable. Unos trozos de fruta, que esté bien fría, agua (o un lácteo), un poco de hielo, una batidora… ¡y disfrutaremos de nuestro smoothie de verano! Si, además, añadís unas gotas de aceite de oliva virgen extra, el resultado será aún mejor.
Con estas ideas, ya no hay excusa para mantenerse perfectamente hidratado este verano. ¡Disfrutad!