Cuando pensamos en aceite de oliva, en ocasiones nos limitamos asociarlo con el aliño de ensaladas, una buena fritura de pescado o cualquiera de las recetas de entrantes, primeros platos o segundos. Sin embargo, no pensamos en la elaboración de postres dulces, donde nuestro oro líquido es el aliado perfecto en recetas de masas fritas, bizcochos, helados, flanes y otra multitud de elaboraciones.
El aceite de oliva es la opción ideal para muchas de estas recetas, ya que se trata de una alternativa saludable a otras grasas que no lo son tanto, como mantequillas o margarinas, aportando beneficios extras a los postres. Hay que tener en cuenta, además, que el aceite de oliva permite elaborar frituras a temperaturas muy elevadas sin perder sus propiedades. Sin olvidar la gran cantidad de matices de aroma, sabor y textura que aportan las diferentes variedades de aceite a los postres que elaboramos.
Elegir la variedad ideal para los postres con aceite de oliva
Para que la receta final sea un éxito, lo único que tendremos que hacer es elegir la variedad perfecta para el postre que vayamos a cocinar, ya que, como ocurre con otras preparaciones, algunos tipos de aceite de oliva son perfectas para ello.
Es el caso de la variedad hojiblanca, cuya dulzura y aromas frutales la convierte en ideal para su uso en flanes y cremas dulces, así como helados. O la arbequina, cuyo aroma frutado, a manzana y a plátano, hace que sea la elegida para elaborar bizcochos, magdalenas y otras masas.
Cuando queramos freír churros o rosquillas podemos decantarnos por la variedad cornicabra. Su aroma a fruta verde y a manzana, así como su ligero picor, hace que sea perfecta para estas preparaciones. Y no podemos olvidar la variedad empeltre, con un aroma muy afrutado y dulce, y con un sabor que deja recuerdos de almendra, perfecta para la elaboración de emulsiones con las que acompañar, por ejemplo, macedonias o ensaladas de frutas… ¿A qué no se os había ocurrido añadirles un poco de aceite de oliva? El resultado es espectacular. Algo tan sencillo como una naranja cortada en trozos, puede convertirse en un manjar añadiendo un chorro de aceite de oliva y unas escamas de sal Maldon. ¿Os atrevéis a probarlo?
Y si queréis conocer más recetas con el aceite de oliva como protagonista, os animamos a que busquéis el libro «El aceite de oliva virgen extra en la repostería de ayer y de hoy«, de José Oneto, que recoge un total de cien postres elaborados con este ingrediente.