Con la vuelta al trabajo y el fin de la jornada intensiva, para muchas personas, que trabajan fuera de casa con jornadas partidas, se les vuelve a plantear el reto de las comidas. Comer a diario de restaurante puede llegar a resultar tedioso e, incluso, complicado para el bolsillo. Por eso hoy os queremos dar unas cuantas ideas y recomendaciones para llevar la comida de casa y demostrar que comer “de tupper” tiene muchas ventajas.
Ya sabemos que optar por el restaurante nos evita pensar cada día en qué comida vamos a preparar, además de ahorrarnos tiempo elaborándola pero, si nos paramos a pensar, llevar nuestra propia comida resulta mucho más saludable y asequible al bolsillo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que, por desgracia, muchos restaurantes que ofrecen menú del día no elaboran sus platos con un buen aceite de oliva sino que optan por otras variedades vegetales que no nos van a aportar los mismos beneficios para el organismo que nuestro apreciado “oro líquido”.
Si preparamos la comida en casa, podremos elegir nuestros propios ingredientes y el aceite de oliva con el que cocinarlos, de manera que estaremos seguros de estar comiendo los productos de la mejor calidad.
Olvidaos del bocata y de llevar siempre lo mismo. Hay que optar por presentaciones variadas, ya que está demostrado que mejora el rendimiento diario. Las posibilidades son enormes, ya que podremos llevar prácticamente cualquiera de las recetas que elaboramos para comer en casa aunque, si no os apetece pensar, aquí os dejamos algunas ideas.
Cremas frías y ensaladas
Si no disponéis de microondas en vuestro lugar de trabajo, lo mejor es optar por recetas que se pueden consumir frías, por ejemplo, cremas y ensaladas. Un buen gazpacho o un salmorejo, elaborados con aceite de oliva, son ideales para consumir en cualquier época del año… ¡No los relacionéis sólo con el verano! Las propiedades de sus ingredientes las hacen enormemente recomendables siempre.
Lo mismo ocurre con las ensaladas. Podemos echar a volar la imaginación y apostar por diferentes ingredientes que aporten todos los elementos necesarios para seguir una dieta equilibrada, como salmón, pollo, queso, vegetales, encurtidos y todo lo que se nos ocurra. Y para inspiraros, podéis echar un vistazo a nuestra sección de recetas de ensaladas.
Y, ¿por qué no hacer protagonista de nuestro “tupper” a un clásico como la tortilla de patatas, elaborada con un sabroso aceite de oliva? Es un plato que se puede comer frío y os aseguramos que seréis la envidia de vuestros compañeros de trabajo.
Platos calientes
Afortunadamente, hoy en día, casi todas las empresas disponen de un lugar reservado para que los empleados puedan disfrutar de su momento de descanso para comer, equipado con un microondas. ¡Aprovechemos ese espacio para llevar en nuestro tuper platos variados para comer calientes!
Por ejemplo, carnes y pescados en salsa. Las salsas permiten mantener la comida jugosa para que podamos disfrutarla con todas sus propiedades organoléptica intactas en la oficina. Por ejemplo, un buen bacalao en salsa de tomate resultará delicioso cuando lo calentemos en la oficina. Y lo mismo ocurrirá con una deliciosa purrusalda, ideal para la nueva temporada que se avecina en la que nos apetecen comer platos de cuchara.
Pensando también en los desayunos
Y ya que hablamos de llevar la comida de casa, no nos limitemos a los platos de mediodía. Los expertos recomiendan hacer cinco comidas al día, así que tanto si habéis desayunado en casa como si optáis por hacer un tentempié a media mañana, olvidaos de la bollería industrial y apostad por repostería hecha en casa por vosotros mismos, como unas ricas magdalenas de aceite de oliva o un exquisito bizcocho Financier. Sabéis a quién va a tocar invitar a desayunar ese día, ¿verdad?