Los consumidores apuestan, cada vez más, por los productos ecológicos en la cesta de la compra. El motivo es sencillo: buscan productos más saludables, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, y que se produzcan en entornos de proximidad. España es, según los datos, uno de los principales países productores y exportadores de alimentos ecológicos de Europa, aunque aún estamos lejos de las cifras de consumo de nuestros vecinos. Lo que sí parece claro es que la tendencia va a continuar creciendo en los próximos años.
El segmento de productos ecológicos crece a buen ritmo y de forma constante, con cifras por encima del 22% en 2017, según los datos de la consultora IRI. Si analizamos la venta en volumen en supermercados, los productos eco han experimentado un crecimiento notable, de casi un 29% (frente al crecimiento de productos no eco, que ha sido de tan solo un 1,6%).
Una tendencia al alza
Estas cifras las corroboran otros estudios. Por ejemplo, AECOC asegura que la tendencia natural de adquirir alimentos que sean sostenibles con el planeta ganará peso en los próximos años, al igual que ocurrirá con otros métodos de cultivo, como agricultura biodinámica, una estrategia ecológica que entiende la agronomía a partir del conocimiento de todo un sistema equilibrado entre la fauna, la flora, el sol y otras energías, como las lunares o relacionadas con los ciclos del agua.
Los consumidores consideran que el sector de alimentos ecológicos es muy innovador y un 68% de los mismos considera que son productos que ayudan a vivir más y mejor. Por ello, y según AECOC, aunque el mayor volumen de compradores eco-bio se haya adherido recientemente a la tendencia –ya que el 62% se ha iniciado en los últimos cinco años–, un 44% compra productos ecológicos al menos una vez al mes.
¿Cuáles son los productos ecológicos más consumidos?
Según un estudio llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, los productos ecológicos más consumidos son la verdura y las legumbres (73%), la fruta (70%) y los huevos (63%), seguidos de la leche y los derivados lácteos (60%), la carne (43%), el pan, los cereales y la pasta (40%) y el aceite (27%).
En el caso del aceite, según el Ministerio, España es el primer país del mundo en capacidad de producción de aceituna ecológica para almazara (contaba en 2015 con el 29,33 % de toda la superficie ecológica dedicada a este cultivo en el mundo, una cifra que sigue aumentando año tras año). Se trata de una producción esencialmente mediterránea con una fuerte imagen de calidad en los principales mercados internacionales, como Estados Unidos, Alemania o Francia, donde el aceite de oliva virgen ecológico es un producto muy apreciado por los consumidores.
Pero… ¿qué es un alimento ecológico?
Tal y como recogen fuentes del Ministerio de Agricultura, la producción ecológica, también llamada biológica u orgánica, es un sistema de gestión y producción agroalimentaria que combina las mejores prácticas ambientales junto con un elevado nivel de biodiversidad y de preservación de los recursos naturales, con la finalidad de obtener una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por los productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.
Como distintivo para que el consumidor pueda diferenciar los productos ecológicos, todas las unidades envasadas, deberán llevar impreso el logotipo de la UE y el código numérico de la entidad de control de quien depende el operador responsable del producto ecológico, además de su propia marca y los términos específicos de la producción ecológica.