Entre las pocas cosas positivas que hemos podido sacar del año 2020 que hemos dejado atrás se encuentra el auge por la cocina. Los meses de confinamiento y las diferentes restricciones impuestas han hecho que, hasta quienes no habían cogido un delantal en su vida, entrasen en la cocina y experimentasen con diferentes recetas. Estas buenas costumbres, que han venido para quedarse, tienen repercusión en algunas de las tendencias que veremos en el mundo de la alimentación en este 2021. Os contamos 5 de ellas.
1. Bueno para el sistema inmunitario
Según el informe de la consultora Innova Market Insights, la ansiedad derivada de la pandemia de COVID-19 sigue impulsando a los consumidores a priorizar su salud inmunológica. Así, los ingredientes que estimulan el sistema inmunitario jugarán un papel importante a lo largo de este año.
El 54% de los consumidores encuestados en este informe afirmaron haber dedicado tiempo a informarse sobre los ingredientes y procedimientos que podrían mejorar su salud inmunológica. Cuando se les preguntó qué elementos serían más importantes para lograrlo, los alimentos naturalmente ricos en nutrientes (vitaminas, minerales, antioxidantes) figuraban entre los primeros.
El aceite de oliva, gracias a su composición en ácidos grasos monoinsaturados, mayoritariamente el ácido oleico, vitamina E y polifenoles, posee comprobadas propiedades antioxidantes, por lo que incluirlo en la dieta como grasa principal contribuye a reforzar el sistema inmunitario.
2. Vuelta a la «comfort food»
El hecho de cocinar más en el hogar supone que hayamos vuelto a apostar por la llamada “comfort food”, o comida que reconforta, es decir, aquella que nos proporciona un bienestar inmediato derivado de la nostalgia de momentos felices, como os contábamos en este artículo publicado hace unos meses.
En estos meses, en los que muchas personas se han visto obligadas a permanecer lejos de sus seres queridos, los recuerdos que traen consigo este tipo de recetas se han convertido en un modo de volver a vivir esos tiempos más felices. Los platos que llevan a cada consumidor a revivir dichos momentos pueden ser muy diferentes, por eso el concepto de “comfort food” es muy amplio, pero estamos seguros de que muchos de ellos tienen que ver con los guisos y recetas al horno que impregnaban de olores las cocinas de nuestros padres y abuelos. Hasta que recuperemos la normalidad y las reuniones familiares se puedan recuperar, estas recetas serán una válvula de escape.
3. Grasas saludables.
Otra de las tendencias en la alimentación en 2021 será la cocina de reaprovechamiento y, en cierto modo, también deriva de esta situación vivida en los últimos meses, donde hemos limitado las salidas a hacer la compra, concentrándolas en un solo día cada cierto tiempo.
Esto obliga a planificar muy bien las comidas para evitar el desperdicio, algo muy beneficioso tanto para nuestra economía como para el planeta, y a reinventar recetas para aprovechar todos los ingredientes.
4. Vuelta a los productos frescos, sobre todo vegetales
El incremento del consumo de productos frescos, sobre todo vegetales, es una realidad. Los consumidores identifican este tipo de alimentos con dietas saludables, que nos ayudarán a mantener en forma cuerpo y mente.
La salud, una dieta variada, la sostenibilidad y el sabor son las cuatro razones que llevan a los consumidores a plantearse una alimentación donde los vegetales tienen un papel primordial.
Alergias, intolerancias o, simplemente, cuestiones éticas hacen que los productos alternativos se conviertan en tendencia de alimentación en 2019, desde productos lácteos sin lactosa o de procedencia vegetal, a artículos sin gluten pasando, incluso, por sustitutivos de la carne y otros productos desarrollados alrededor del mundo vegetariano y vegano.
5. Pequeños caprichos
Toda esta apuesta por la alimentación saludable, que refuerza el sistema inmunitario o que nos traslada mentalmente a la cocina de nuestros abuelos no está reñida con la última de las tendencias de las que os vamos a hablar hoy: los pequeños caprichos. Y es que a pesar de que nos vamos acostumbrando a esta nueva situación que nos ha tocado vivir, de vez en cuando necesitamos pequeños detalles que nos ayuden a mejorar el día, y esto también pasa por darnos algún capricho en la cocina.
Los expertos en economía lo denominan el efecto “lápiz de labios” y vienen a decir que, en tiempos de crisis, cuando no podemos permitirnos realizar grandes gastos, las cosas pequeñas (como ese lápiz labial) puede generarnos un bienestar tan grande como el que lograríamos con objetos más costosos. Aplicado a la cocina, darnos un pequeño placer gastronómico de vez en cuando ayudará a mejorar nuestra salud mental.