El movimiento veggie, que agrupa a aquellas personas que deciden colocar el reino vegetal en el centro de su dieta, reduciendo al máximo (o, incluso, eliminando) su consumo de alimentos de origen animal continúa creciendo, año tras año. Ya no estamos ante un nicho de mercado reducido sino que vemos cómo aumenta el número de negocios vegetarianos o veganos y la oferta de productos dirigidos a este segmento. Estamos ante toda una revolución verde.
En el último año, un 35% de la población ha decidido disminuir su consumo de carne roja. Así lo afirma un estudio llevado a cabo por la consultora Latern titulado “The Green Revolution”. Y es que, aunque no todo el mundo llega a ser vegetariano o vegano, sí es cierto que gran parte de la población se ha convertido en “flexitariana”. Pero, qué diferencia hay entre unos y otros?
A grandes rasgos, los vegetarianos tienen una dieta basada en productos de origen vegetal, aunque consumen algunos derivados de los animales, como lácteos, huevos o miel. Los veganos, sin embargo, eliminan por completo el consumo de carne, pescados, lácteos, huevos y miel, y se centran en una dieta 100% vegetal, basada en frutas, hortalizas, legumbres, semillas, frutos secos, etc. Por su parte, los flexitarianos son personas que, aunque apuestan por los vegetales, consumen productos de origen animal (ya sea carne o pescado) de manera puntual.
España comienza a sumarse a la tendencia veggie
Los consumidores españoles han comenzado a sumarse a esta tendencia. Los porcentajes no son tan acusados como en otros países, pero sí que podemos decir que el 7,8% de la población mayor de 18 años es veggie, según los datos de Latern. De ellos, un 6,3% serían flexitarianos, un 1,3% vegetarianos; y apenas un 0,2% de la población española sería vegana.
La tendencia es mayor entre las mujeres. Una de cada 10 españolas es veggie y suponen algo más de dos tercios de todos los “veggies” de nuestro país. Otro de los factores que influye es el lugar de residencia. Estamos ante una tendencia más urbana, lo que se traduce en que el 51,2% de sus seguidores habitan en poblaciones con más de 100.000 habitantes.
En cuanto a la edad, no supone un factor determinante o, al menos, no es un fenómeno exclusivo de los “millenials”. Aunque es cierto que, si hablamos de vegetarianismo y veganismo, sus seguidores tienden a ser más jóvenes, existe un elevado porcentaje de flexitarianos mayores de 55 años.
¿Cuáles son los motivos que llevan a adoptar este tipo de dietas?
Quizá la preocupación por la salud y el sobrepeso es uno de los motivos que llevan a la población a incrementar el consumo de vegetales, por los beneficios que aportan, pero no es el único. Según la encuesta de Latern, existe una preocupación de índole ética y es el respeto a la vida animal. Algunas empresas ya están utilizando logotipos especiales, como el de “Leaping Bunny”, para comunicar que no dañan ni matan animales para su producción y que no incluyen ingredientes con ese origen.
La preocupación por la sostenibilidad también es una de las respuestas más mencionadas. Los consumidores afirman sentirse mejor con ellos mismos si eligen productos vegetales porque consideran que son más benévolos con el medio ambiente.
Productos locales, sin refinar y superalimentos
Quienes siguen esta tendencia veggie busca determinado tipo de productos, con especial atención a sus propiedades, beneficios y valores nutricionales, pero también tiene en cuenta otros aspectos. Uno de ellos es la apuesta por productos locales, es decir, los llamados de “kilómetro 0”, aquellos que no tienen que recorrer largas distancias para llegar a los consumidores. En ocasiones, incluso, buscan comprar directamente al productor, con el fin de lograr un menor impacto en el medio ambiente.
También optan por productos sin refinar, por lo que prescinden del azúcar, de las harinas blancas y de los productos procesados con aditivos y conservantes. Al contrario, se declaran fanáticos de los superalimentos, es decir, aquellos que cuentan con propiedades extraordinarias desde el punto de vista nutricional, como las algas, las semillas, la quinoa, verduras como el kale, el aceite de oliva, etc.
Ser “veggie” no significa comer de manera especial
Desde el desconocimiento, se tiene la creencia, en ocasiones, que para seguir la tendencia veggie hace falta volverse loco comprando productos especiales o preparando recetas exóticas. Nada más lejos de la realidad. Existen muchísimas recetas tradicionales de nuestra cocina que se encajan perfectamente dentro de este fenómeno alimentario. ¿O hay algo más veggie que un buen gazpacho?
Revueltos de verduras, cremas, pisto, escalibada, croquetas de setas, aceitunas y encurtidos, papas con mojo, platos de cuchara como los garbanzos con espinacas, y postres como las natillas o el arroz con leche son algunas de las recetas de nuestra alimentación diaria que son perfectamente compatibles con la dieta de un veggie. En esta imagen del estudio de Latern podemos conocer algunas más.
Así pues, aunque nuestro país ha sido, tradicionalmente, bastante carnívoro, vemos que avanza poco a poco hacia nuevos modos de alimentación. Por supuesto, adoptar una de las tres ramas de la tendencia veggie es una decisión muy personal, pero lo que está claro es que la revolución verde ha llegado para quedarse entre nosotros.