Son numerosas las ocasiones en las que necesitamos recalentar la comida. A veces, para evitar el desperdicio alimentario, con las sobras de comidas del día anterior. Otras veces, se trata de porciones que teníamos preparadas previamente y que hemos descongelado. Y otras, simplemente porque, debido a nuestros horarios, tenemos que cocinar la víspera para tener lista la comida al día siguiente. Te ofrecemos algunos trucos útiles para recalentar la comida con total seguridad y con el mejor resultado.
Recalentar un plato hecho el día anterior es sencillo. Sin embargo, si queremos evitar la sobrecocción, la pérdida de sabor o textura, debemos conocer las diferentes técnicas que existen.
Calentar en sartén, con un chorro de aceite de oliva
Antes de nada, es conveniente recordar que recalentar un plato no es volver a cocinarlo. Por ello, utilicemos el método que utilicemos, no conviene que lo pongamos a una potencia demasiado fuerte, de lo contrario la comida puede quedarnos demasiado blanda o seca.
Si vamos a recalentar carnes o pescados sin salsa, incluso algunos mariscos, como las gambas, uno de los mejores métodos es añadir un chorro de aceite de oliva virgen extra a la sartén y, cuando esté caliente, añadir los alimentos que queremos recalentar. De ese modo, el aceite de oliva les proporcionará mayor jugosidad que si optamos por otros métodos, como el microondas.
También es válido para platos que, en su origen, fueron cocinados mediante la técnica del salteado o a la plancha.
Pasteles salados y gratinados, mejor en el horno
Para las preparaciones como pasteles salados, tipo quiche, así como pizzas y platos gratinados, es mejor que utilicemos el horno, eso sí, sin pasar de una temperatura de 80ºC o 100ºC. Con ellos evitaremos que la comida se seque en exceso o continúe cocinándose por encima del punto perfecto.
Alimentos con caldo, en cacerolas al fuego
Si se trata de recalentar sopas, platos de cuchara, como legumbres, o recetas que lleven salsas, en una cacerola al fuego logramos los mejores resultados. Es así porque podemos controlar la potencia del fuego y, al mismo tiempo, ir removiendo la preparación para que se caliente de manera homogénea.
Como decíamos, es mejor optar por una potencia baja de fuego para evitar que hierva y que, o bien se nos pueda pegar o bien se cocine en exceso.
Vaporeras para verduras y arroces
Las verduras, así como aquellos alimentos que contienen almidón, como es el caso del arroz o de la pasta, quedan mejor si utilizamos una vaporera para recalentarlas. De este modo, evitaremos que se pasen o se apelmacen.
El vapor de agua consigue que el calor vaya penetrando en los alimentos en poco tiempo y mantener su textura y sabor.
Trucos que debemos tener en cuenta
Se recomienda recalentar los alimentos una sola vez, con el fin de evitar la proliferación bacteriana que podría provocar problemas de salud. Así, si tenemos grandes cantidades de comida, es mejor dividirla en porciones para calentar solo la cantidad que vayamos a comer. Además, cuantas más veces recalentemos un plato, más cualidades organolépticas perderá.
También debemos tener cuidado cuando recalentamos comida en microondas. Es cierto que es un método práctico y rápido, pero tiene un inconveniente: calienta muy rápido, pero, en general, bastante mal ya que lo hace más por unos sitios que por otros. Cuando un plato se recalienta de manera desigual, las bacterias se concentran donde pueden sobrevivir y, por lo tanto, proliferan mejor. Si decidimos usar microondas, lo mejor es calentarla, revolverla bien, y ponerla por segunda vez en el microondas, para evitar cualquier riesgo.