Ingredientes
Ingredientes para 6 comensales:
- 1 kg de carne picada
- Pan rallado
- Pimienta en grano
- 4 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 tomate
- Piñones
- 1 Huevo
- 1 limón (para zumo)
- 3 hojas de laurel
- 2 vasos de vino tinto
-
Aceite de Oliva Virgen Aroma Andaluz La Española en Botella de 1L
- Sal y pimienta al gusto
Receta de albóndigas en salsa de tomate tradicional paso a paso
Albóndigas en Salsa de Tomate: Una receta clásica mejorada
Hay recetas que nunca pasan de moda, platos que se transmiten de generación en generación y que tienen el poder de reunir a la familia en la mesa. Las albóndigas en salsa de tomate son uno de esos clásicos que nos transportan inmediatamente a los recuerdos de las abuelas, a cocinas llenas de aromas reconfortantes y sabores caseros. Este plato, sencillo pero lleno de carácter, no solo es perfecto para los días de diario, sino que también puede convertirse en el protagonista de una comida especial con amigos o familiares.
La mezcla de una carne bien sazonada, cuidadosamente formada en bolitas, y una salsa de tomate rica y aromática, hace de este plato una combinación irresistible. Además, su versatilidad permite acompañarlo con arroz, puré, patatas fritas o incluso pasta, adaptándose a los gustos de todos. Aunque pueda parecer un plato laborioso, con esta receta optimizada descubrirás que preparar unas albóndigas jugosas y una salsa llena de sabor es más fácil de lo que imaginas.
En esta versión mejorada, hemos cuidado cada detalle, desde la mezcla de las albóndigas hasta los pequeños toques que elevan la salsa de tomate. Con algunos consejos prácticos y trucos para potenciar el sabor, conseguirás un resultado digno de cualquier cocinero experimentado, pero al alcance de cualquiera que ame la cocina casera. ¿Listo para sorprender a todos con unas albóndigas en salsa de tomate que quedarán para el recuerdo? ¡Ponte el delantal y comencemos!
1. Preparar la mezcla de las albóndigas
- En un bol grande, mezcla la carne picada, el ajo picado, el perejil, la ralladura de limón, el pan rallado, la sal y la pimienta.
- Añade el huevo batido y mezcla bien con las manos hasta que todos los ingredientes estén integrados. Si la mezcla está muy húmeda, agrega un poco más de pan rallado.
- Cubre el bol con papel film y deja reposar en la nevera durante 15-20 minutos. Este paso ayuda a que la carne tome mejor los sabores.
2. Formar y dorar las albóndigas
- Forma pequeñas porciones de la mezcla en forma de bolitas (aproximadamente del tamaño de una nuez).
- Reboza ligeramente las albóndigas en harina, sacudiendo el exceso.
- En una sartén amplia, calienta 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Dora las albóndigas en tandas, asegurándote de que queden selladas por todos lados, pero sin cocinarlas del todo. Resérvalas en un plato con papel absorbente.
3. Preparar la salsa de tomate
- En la misma sartén, elimina el exceso de aceite, dejando solo unas 2 cucharadas.
- Sofríe la cebolla picada a fuego medio hasta que esté transparente (unos 5 minutos). Añade el ajo laminado y cocina 1 minuto más.
- Incorpora la hoja de laurel y el pimentón dulce. Remueve rápidamente para que el pimentón no se queme.
- Añade el tomate triturado (o rallado) a la sartén. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate pierda su acidez y espese ligeramente.
- Incorpora el azúcar para corregir la acidez del tomate, y sazona con sal y pimienta al gusto.
- Una vez el tomate esté bien cocido, añade el vino blanco y sube ligeramente el fuego. Deja que el alcohol se evapore durante 2-3 minutos.
- Agrega el caldo de carne o agua, y mezcla bien. Deja que la salsa hierva suavemente durante 5 minutos.
4. Cocer las albóndigas en la salsa
- Coloca las albóndigas doradas en la cacerola con la salsa de tomate. Asegúrate de que queden bien cubiertas por la salsa.
- Baja el fuego y cocina a fuego lento durante unos 20-25 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se peguen. Si la salsa se reduce demasiado, puedes añadir un poco más de caldo o agua.
- Prueba la salsa al final de la cocción y ajusta la sal y pimienta si es necesario.
5. Servir
Sirve las albóndigas en salsa de tomate bien calientes, acompañadas de arroz blanco, puré de patatas, pasta o incluso unas crujientes patatas fritas. Decora con un poco de perejil fresco picado para darles un toque final.
Consejos adicionales para unas albóndigas perfectas
- Textura ideal: Si quieres unas albóndigas más tiernas, puedes remojar el pan rallado en leche antes de añadirlo a la mezcla de carne.
- Sabor extra en la salsa: Añade una pizca de orégano o albahaca en la salsa para un toque mediterráneo.
- Congelación: Puedes preparar las albóndigas con antelación y congelarlas (ya cocidas o sin cocinar) para tenerlas listas en cualquier momento.
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