Ingredientes
Ingredientes para 4 comensales:
- 200 g de cebolla picada
- 150 g de jamón en tacos pequeños
- 2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra Gran Selección La Española
- 750 ml de leche
- 200 g de harina
- 100 g de mantequilla
- 250 g de pan rallado
- Sal al gusto
Cómo hacer croquetas de jamón caseras
No dejes que la falta de tiempo te aleje del placer de disfrutar unas croquetas de jamón caseras. Aunque es cierto que la preparación de la bechamel requiere paciencia y dedicación, el resultado final merece cada minuto invertido. Estas croquetas son una auténtica delicia que te transportará a los sabores tradicionales de la cocina casera. Al hacerlas, te aseguras de utilizar ingredientes frescos y de calidad, lo que se traduce en un sabor inigualable. Además, el proceso de elaboración, aunque laborioso, puede convertirse en una actividad gratificante, ya sea que las prepares para una comida especial, una reunión con amigos o simplemente para darte un capricho. No hay nada como disfrutar del crujiente exterior y el cremoso interior de unas croquetas de jamón recién hechas, con todo el sabor y la textura que solo las croquetas caseras pueden ofrecer. Dedica un poco de tiempo a preparar esta receta clásica y disfruta del resultado: un plato que nunca pasa de moda y que siempre sorprende.
1. Derretir la mantequilla y pochar la cebolla
Para comenzar la preparación de nuestras croquetas de jamón, coloca una cacerola a fuego medio y añade la mantequilla. Deja que se derrita por completo, asegurándote de que cubra toda la base de la cacerola. Esto garantizará que los ingredientes se cocinen de manera uniforme. Una vez derretida la mantequilla, agrega las dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra, lo que aportará un sabor extra y ayudará a que la cebolla se poche mejor. Añade la cebolla finamente picada y un toque de sal al gusto. Cocina la cebolla a fuego medio-bajo, removiendo ocasionalmente, hasta que se vuelva transparente y comience a adquirir un ligero tono dorado. Este paso es crucial para desarrollar el sabor base de nuestras croquetas.
2. Cocinar el jamón serrano y añadir la harina
Cuando la cebolla esté dorada y tierna, incorpora el jamón serrano cortado en taquitos muy finos. Cocina el jamón hasta que comience a dorarse, removiendo con frecuencia para que se mezcle bien con la cebolla y libere todo su sabor. Una vez que el jamón tenga un color marrón y esté bien cocinado, es el momento de añadir la harina. Hazlo poco a poco y sin dejar de remover para evitar que se formen grumos. Baja el fuego al mínimo y continúa removiendo la mezcla de harina, jamón y cebolla hasta que la harina se integre completamente y adquiera un tono ligeramente tostado. Este proceso es clave para que la bechamel de las croquetas tenga una textura suave y cremosa.
3. Preparar la bechamel con la leche
Con la harina bien integrada en la mezcla, comienza a añadir la leche, vertiéndola poco a poco. Es importante hacerlo en varias tandas y a medida que la añades, mezcla enérgicamente con una batidora eléctrica o una espátula de madera. Este paso asegura que la bechamel quede libre de grumos y con una consistencia cremosa. Sigue añadiendo la leche gradualmente, sin dejar de batir, hasta que toda la leche esté incorporada y la masa haya alcanzado una textura homogénea. Si es necesario, rectifica el punto de sal en este momento. Cocina la bechamel a fuego lento, removiendo constantemente, hasta que espese y tenga una consistencia sólida pero manejable. Una vez alcanzada la textura deseada, apaga el fuego y deja que la masa se enfríe por completo antes de darle forma.
4. Formar las croquetas
Una vez que la masa esté completamente fría y haya adquirido una textura más firme, es momento de formar las croquetas. Toma pequeñas porciones de la masa y amásalas con las manos, dándoles la forma clásica de las croquetas, ya sea cilíndrica o ligeramente ovalada, según tu preferencia. Este paso es fundamental para que las croquetas tengan una forma uniforme y se cocinen de manera pareja. Una vez que hayas dado forma a todas las croquetas, pásalas por pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas por todos los lados. Este rebozado les dará ese exterior crujiente tan característico.
5. Freír las croquetas
El paso final es freír las croquetas para que queden doradas y crujientes por fuera, y cremosas por dentro. Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén profunda a fuego medio-alto. Es importante que el aceite esté bien caliente antes de añadir las croquetas, para que se sellen rápidamente y no absorban demasiado aceite. Fríe las croquetas en pequeñas tandas, evitando sobrecargar la sartén para que se cocinen de manera uniforme. Gíralas con cuidado para que se doren por todos los lados. Una vez que estén doradas y crujientes, retíralas con una espumadera y colócalas sobre un plato cubierto con papel absorbente. Esto ayudará a eliminar el exceso de aceite y garantizará que las croquetas mantengan su textura perfecta.
Trucos para cocinar croquetas caseras
Por muy bien que se detalle el paso a paso de una receta como esta, hay veces que se necesita más maña que fuerza para que salgan perfectas. Por eso, hemos recopilado los mejores tips para que puedas cocinar las croquetas en casa y que te queden tan perfectas como a nuestras abuelas. No te los pierdas y mira esos trucos en este artículo.
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