Ingredientes
Ingredientes para 5 comensales:
- 700 ml de leche
- 300 ml de nata liquida de cocinar
- 1 hueso de jamón
- 1 cebolla
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharadita de nuez moscada
- 170 gr de jamón ibérico
- 80 gr de harina de trigo
- Pan rallado
- 3 huevos
- Aceite de oliva virgen
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
Estas croquetas tradicionales, como su propio nombre indica, son las que más solemos encontrar cuando vamos a tomar algo por ahí. El secreto está en la bechamel, eso ya lo sabes, y ¿por qué deberías probar a hacerlas? Porque la receta es sencilla y con las cantidades bien medidas para que consigas la textura y el sabor que realmente quieres y esperas.
1. Empezamos poniendo una cacerola amplia en el fuego en la que echamos la leche, la nata líquida y el hueso de jamón. Cuando va a empezar a hervir, apagamos el fuego y lo reservamos dejándolo enfriar.
2. En una cacerola aparte echamos aceite de oliva virgen y, cuando esté caliente, sofreímos en él la cebolla muy picadita. Cuando ésta esté pochada, echamos el jamón ibérico que previamente hemos picado también.
3. Cuando el jamón hay soltado su grasa y haya cambiado de color, echamos la harina en la cacerola sin dejar de remover para que no se queme (bajamos el fuego). Lo salpimentamos todo al gusto y, cuando la harina vaya estando tostada, ya podemos comenzar a hacer la bechamel.
4. A la par que pasamos la batidora eléctrica, vamos echando la leche (la mezcla de leche y nata líquida sin el hueso del jamón) poco a poco para ir consiguiendo una textura consistente. La textura de la bechamel en las croquetas es más espesa de lo que puede ser unos canelones, así que debemos tenerlo en cuenta.
5. Cuando la bechamel esté lista, la retiramos del fuego, la tapamos con un papel transparente y, pasado unos 15 minutos, la metemos en la nevera para que se endurezca.
6. Cuando la bechamel ya está fría, podemos empezar a hacer nuestras croquetas. Con las manos, cogemos pequeńas porciones de masa y vamos dándoles forma hasta que queden como una clásica croqueta.
7. Cuando ya tenemos todas las croquetas listas, las pasamos por un plato con los huevos batidos y por otro con pan rallado, y ya podemos freírlas en una sartén con abundante aceite de oliva virgen. Cuando estén doradas, las sacamos a un plato con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Es importante que las croquetas escurran el aceite porque, a pesar de lo rico que está el aceite de oliva virgen, puede que cambie mucho el sabor si está demasiado presente en la fritura.