El 45% de los españoles sufre trastornos digestivos funcionales (TDF), según los estudios. Un malestar que aumenta en épocas de excesos alimentarios. Por ejemplo, tras las festividades navideñas, el 50% de los ciudadanos admite padecer molestias estomacales, según el Dr. José Manuel García Almeida. Estos desequilibrios pueden afectar negativamente a nuestra microbiota intestinal, esencial para una buena salud. ¿Cómo cuidarla y recuperar el bienestar?
¿Qué es la microbiota?
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos y virus) que residen en nuestro intestino. Aunque suenen como algo nocivo, esta flora desempeña un papel crucial en la digestión, la absorción de nutrientes y la regulación del sistema inmunológico. Así, un equilibrio adecuado de estas bacterias es fundamental para mantener una buena salud estomacal y viceversa.
Ahora bien, además de influir en la digestión, saber cómo cuidar la microbiota intestinal tiene efectos directos en todo el organismo, desde el estado de ánimo hasta la salud cardiovascular. En este sentido, estudios recientes han demostrado que una microbiota saludable puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Por el contrario, un desequilibrio en estas bacterias está relacionado con problemas cardiacos, enfermedades degenerativas o trastornos de fertilidad.
¿Cómo saber si mi microbiota está mal?
Si quieres aprender cómo cuidar la microbiota intestinal, lo primero es evaluar el estado de la misma. ¿Cómo saber si sufres algún desajuste en tu flora? Estos son algunos de los síntomas que pueden indicar un desequilibrio:
- Hinchazón abdominal: Constante sensación de abdomen inflamado o lleno.
- Gases excesivos: Producción aumentada de flatulencias.
- Diarrea o estreñimiento: Alteraciones en la regularidad intestinal.
- Fatiga crónica: Sensación persistente de cansancio sin causa aparente.
- Aumento de antojos por alimentos azucarados: Deseo constante de consumir dulces.
- Problemas de piel: Aparición de acné, eccemas u otras afecciones cutáneas.
- Bajada de defensas: Mayor susceptibilidad a infecciones y resfriados.
¿Cómo cuidar la microbiota intestinal?
Una forma efectiva de mantener y mejorar la salud de tu microbiota es, sin duda, a través de la alimentación. Dentro de ésta, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) ha demostrado tener efectos beneficiosos en este aspecto. En concreto, una investigación realizada por científicos de la Universidad de Jaén y publicada en la revista Frontiers in Nutrition ha evidenciado que el AOVE regula las funciones de las bacterias intestinales, estableciendo una proporción correcta entre cepas bacterianas y reduciendo la producción de compuestos tóxicos durante la digestión y la consecuente inflamación.
Ten en cuenta que el AOVE es rico en compuestos bioactivos, como polifenoles y ácido oleico, que poseen propiedades probióticas. Estos compuestos promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, contribuyendo a un equilibrio saludable de la flora intestinal. Además, otro factor sobre cómo cuidar la microbiota intestinal con aceite de oliva virgen extra es que este súper alimento actúa como un lubricante natural en el sistema digestivo, facilitando los movimientos intestinales y ayudando a prevenir el estreñimiento. En consecuencia, su consumo regular puede mejorar la función digestiva y fomentar la salud en general.
¿Cómo incluir más AOVE en tu dieta?
Para aprovechar los beneficios del AOVE en la microbiota intestinal, se recomienda incorporarlo de manera regular en la dieta. ¿Cómo conseguirlo?
- Añadirlo en crudo a ensaladas, sopas frías como el gazpacho o cremas de verduras.
- Usarlo para cocinar en lugar de otros aceites refinados o mantequilla.
- Incorporarlo en desayunos saludables, como tostadas con tomate y aceite de oliva o sencillamente una cucharada en ayunas.
Y, para conseguir cuidar tu microbiota intestinal, no olvides de apostar por aceites de oliva virgen extra de calidad. Te invitamos a descubrir la variedad de productos que ofrece La Española. ¡Tu salud digestiva te lo agradecerá!