El aceite de oliva no es solo un aliado de la salud a través de la comida, sino que es también una excelente opción cosmética, gracias a sus múltiples virtudes reconocidas durante milenios para cuidar de la piel y el cabello. Desde tiempos inmemoriales, el aceite de oliva ha sido una receta de belleza natural para las mujeres. Hoy os contamos sus propiedades y de qué modo podemos sacarle el máximo partido.
Ya sea solo o mezclado con otros principios activos, también naturales, cuenta con propiedades beneficiosas para hidratar y nutrir la piel y el cabello, gracias a su contenido en ácidos grasos esenciales que ejercen como antioxidantes.
Antiedad, reparador y con efecto antibacteriano
El primer beneficio del uso del aceite de oliva sobre la piel es su potente acción antiedad. Es rico en vitaminas (A, D, E y K) y antioxidantes, por lo que ayuda a reducir el estrés oxidativo (a menudo, la principal causa del envejecimiento prematuro de la piel). Como resultado, retrasa los signos de la edad. Además, también actúa contra el daño solar y la inflamación (como signos de irritación o enrojecimiento).
A ello hay que añadir sus propiedades hidratantes, con lo que evita la pérdida de agua de la piel (gracias a su contenido en escualeno), lo que mejora notablemente su aspecto y salud.
Y, no solo eso, sino que es conocido por su efecto antibacteriano. El aceite de oliva previene la proliferación de bacterias gracias a sus propiedades antiinflamatorias y desinfectantes y ejerce un efecto positivo muy en la cicatrización de heridas.
A la hora de utilizarlo, hay que hacerlo en su justa medida, como ocurre con cualquier cosmético, y teniendo en cuenta que hay pieles sensibles o con necesidades especiales que necesitan otro tipo de cuidados más específicos.
Excelente aliado en el cuidado del cabello
En cuanto a su uso para el cuidado del cabello, el aceite de oliva tiene un efecto protector. La fina capa que crea con su aplicación logra que el cabello tienda a ser menos quebradizo e, incluso, incrementa la sensación de que crece más rápido. Los componentes del aceite limitan la cantidad de agua que absorbe nuestro cabello al lavarlo y que pierde al secarse. Esta situación provoca que el cabello se vuelva más quebradizo y vulnerable, especialmente si se utilizan herramientas de peinado con calor. Por ello, el uso de aceite de oliva ayudaría a prevenir su rotura.
El aceite de oliva es particularmente eficaz en el cabello seco y quebradizo. Tras aplicar una mascarilla de aceite de oliva, los cabellos quedan hidratados y protegidos, otorgándoles un aspecto más brillante y saludable.
Su aplicación también es beneficiosa para luchar contra el cabello encrespado, aplicando pequeñas cantidades de aceite de oliva directamente sobre el cabello seco y con “frizz”. Simplemente hay que poner unas gotas de aceite de oliva en sus manos, frotarlas entre sí y pasarlas rápidamente sobre el cabello.
Por último, cuenta con propiedades calmantes sobre el cuero cabelludo irritado, seco y con tendencia a la caspa. Utilizar una mascarilla de aceite de oliva tibio cada semana puede calmar la inflamación e hidratar gradualmente la base de nuestro cabello.