Con la llegada del buen tiempo, ¿a quién no le apetece una buena dosis de vitamina D? La exposición solar es imprescindible para nuestro organismo y, además, aumenta nuestros niveles de serotonina. Pero, ¡cuidado! Tras el invierno es esencial preparar la piel para el sol.
¿Qué debo hacer antes de broncearme?
Ten en cuenta que, durante la primavera, la dermis está más sensible y la subida de las temperaturas puede producir consecuencias indeseadas para nuestra piel. Así, el ansiado bronceado puede convertirse en rojeces, picores o quemaduras e incluso desembocar en cáncer de piel. En este sentido, la Sociedad Española de Oncología Médica prevé que durante 2024 se diagnostiquen cerca de 7.900 nuevos melanomas de piel. Además, las investigaciones han demostrado que el 80% del envejecimiento dérmico es causado por el daño solar acumulado.
No obstante, al preparar la piel para el sol y aplicar unos correctos hábitos de exposición solar, conseguirás lucir un bonito moreno sin efectos negativos. Esto significa, por un lado, protección. Utiliza protector solar de un factor elevado y reaplica periódicamente -¡incluso en invierno!-; lleva ropa y accesorios que cubran tu piel, especialmente en las horas de mayor radiación; e hidrátate por fuera (con lociones) y por dentro (con agua), pues una piel hidratada absorbe el bronceado mejor.
Pero preparar la piel para el sol también se traduce en una correcta alimentación. ¿Sabías que hay alimentos que contribuyen a lograr un sano y envidiable bronceado? De hecho, los estudios demuestran que una dieta rica en aceite de oliva, verduras y legumbres ayuda a proteger contra el daño actínico cutáneo, es decir, el daño provocado en las células por los rayos UVA.
¿Cómo preparar la piel para tomar el sol?
Por tanto, lo que comes va a influir en tu salud dérmica y en cómo respondas a esos primeros baños de sol. Aquí tienes una lista de 10 alimentos que te ayudarán a fortalecer y preparar tu piel para el sol del verano:
- Aceite de oliva virgen extra: Rico en antioxidantes como la vitamina E, el aceite de oliva ayuda a proteger la piel contra los daños causados por los rayos UV y a mantenerla hidratada y suave, entre otros múltiples beneficios para la salud.
- Zanahorias: Su alto contenido de betacaroteno se convierte en vitamina A en el cuerpo, lo que contribuye a una piel más resistente al sol.
- Espinacas: Abundantes en antioxidantes y ácido fólico, las espinacas ayudan a preparar la piel para el sol y a reparar los daños solares.
- Frutos rojos: Las fresas, los arándanos y las frambuesas son ricos en vitamina C, que promueve la producción de colágeno y protege la piel contra los radicales libres.
- Pescado azul: Rico en ácidos grasos omega-3, el pescado azul ayuda a preparar la piel para el sol al mantener su elasticidad y reducir la inflamación causada por la exposición al sol.
- Tomates: Contienen licopeno, un antioxidante que protege la piel contra los rayos UV y ayuda a mantenerla firme y joven.
- Nueces: Son una excelente fuente de vitamina E y zinc, nutrientes que ayudan a reparar los tejidos de la piel y a reducir la inflamación.
- Aguacates: Repletos de ácidos grasos saludables y vitamina E, los aguacates ayudan a mantener la piel hidratada y protegida contra los daños solares.
- Té verde: Sus polifenoles tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a proteger la piel contra el fotoenvejecimiento.
- Granadas: Contienen compuestos antioxidantes que protegen la piel del estrés oxidativo inducido por el sol y promueven su regeneración.
Ahora bien, para preparar la piel para el sol y lucir una piel de anuncio, debes mantener estos hábitos durante todo el año. Es decir, protege tu piel también en invierno -algo que sólo hace una de cada dos personas, según un estudio de Cantabria Labs- y sigue una dieta equilibrada en cualquier estación. ¿Quieres más consejos saludables? Suscríbete a nuestro blog y no te pierdas las últimas pautas sobre salud y bienestar.