Si combinamos el concepto de Dieta Mediterránea con el de plato estrella del verano, es resultado no puede ser más evidente: tenemos el gazpacho andaluz. Esta «ensalada líquida» o sopa vegetal fría, como lo queramos llamar, reúne algunos de los ingredientes más saludables del mercado: tomate, pimiento, pepino, cebolla y ajo, además, por supuesto, del insustituible aceite de oliva.
Tiene un alto contenido en fibra y un bajo aporte de calorías. Esto unido a que hablamos de un plato que se sirve frío y es, por tanto, muy refrescante lo convierte, como decíamos, en un imprescindible en las comidas veraniegas. Aunque, dicho sea de paso, los expertos recomiendan consumirlo durante todo el año, por sus propiedades saludables.
El gazpacho aporta una gran cantidad de fibra, procedente del pimiento, el pepino y la cebolla, sobre todo. Este gran aporte de fibra es el responsable, según algunos estudios científicos, de sus beneficios en la prevención de determinados tipos de cáncer, como el de colon. Además, el licopeno, un carotenoide responsable del color rojo del tomate, protege del estrés oxidativo, o lo que es lo mismo, de los efectos nocivos que ejercen los radicales libres en el cuerpo. El contenido en licopeno es mayor cuanto más rojos y maduros estén los tomates, como es el caso de los que se emplean en la elaboración del gazpacho.
Los trastornos cardiovasculares, la hipercolesterolemia, algunos tipos de cáncer, así como la degeneración macular son algunas de las enfermedades en las que el estrés oxidativo es un factor importante, por lo que el consumo regular de gazpacho es fundamental para ayudar a su prevención. Los esteroles del pepino son excelentes para reducir los niveles de colesterol y sus vitaminas A, B y C ayudan al sistema inmunológico. Si a esto le añadimos la acción diurética y depurativa de la cebolla, que es capaz de regular los niveles de azúcar en sangre y fortalecer las defensas, y las propiedades antiinflamatorias del ajo, el resultado no puede ser mejor. Por último, pero no menos importante, el aporte de ácidos grasos monoinsaturados del aceite de oliva, es bueno para regular los niveles de colesterol (entre otras muchas propiedades, como sabemos).
Un reciente estudio del CIBERobn (Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición) asegura que el consumo habitual de gazpacho podría disminuir la tensión arterial. Y ello a pesar de que, en su composición, encontramos sodio, aportado por la sal con la que se aliña.
En definitiva, nos encontramos ante una de las recetas más saludables de la cocina española y, lo mejor, es que su preparación es muy sencilla y está buenísimo. ¿Queréis conocer la receta?