Los mayores índices de obesidad y sobrepeso entre la población española se sitúan en Galicia, Asturias y Andalucía. Así lo recoge el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología, la publicación científica de la Sociedad Española de Cardiología, que ha analizado la prevalencia de esta enfermedad en nuestro país entre los años 2014 y 2015. En el extremo contario se encuentran los ciudadanos de las Islas Baleares.
El estudio llevado a cabo por SPRIM y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y que ha incluido a 3.801 hombres y mujeres, de entre 25 y 64 años, alerta de que la prevalencia de sobrepeso en España se sitúa en un 39,3%, mientras que la obesidad ya afecta al 21,6% de la población. Un dato a destacar es que el sobrepeso afecta más a los hombres que a las mujeres, sobre todo en la franja situada entre los 25 y los 34 años. En el caso de las mujeres, la prevalencia de sobrepeso va aumentando significativamente a medida que la edad avanza. En ambos casos, la tendencia a padecer estas dolencias continúa aumentando año tras año.
Como decíamos al principio, el estudio ENPE ha analizado los datos segmentándolos por comunidades autónomas y el resultado es que las tasas de obesidad más altas se sitúan en Asturias (25,7%), seguido de Galicia (24,9%) y Andalucía (24,4%). Las más bajas, por su parte, se registran en Baleares (10,5%), Cataluña (15,5%) y País Vasco (17,9%). Si tomamos los datos de sobrepeso, es Galicia, con un 43,5% de la población, quien se sitúa en cabeza de este «ranking», seguido de Asturias (41,1%).
Según ha asegurado el Dr. Aranceta-Bartrina, responsable del estudio, «los datos segmentados por comunidades autónomas, así como el aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad con respecto a estudios realizados en años anteriores, ponen encima de la mesa la preocupación de los profesionales sanitarios por intentar frenar e incluso revertir esta situación. De este, modo, es necesario una mayor vigilancia sistemática en aquellos grupos que presentan un mayor riesgo, así como implementar estrategias preventivas y acciones asistenciales específicas. El sobrepeso y la obesidad suponen, por una parte, un empeoramiento de la calidad de vida del paciente, y por otra, un aumento de la carga asistencial y un coste para el sistema sanitario de salud».
Hábitos de vida saludables para frenar la tendencia a la obesidad
La Sociedad Española de Cardiología alerta de los peligros que suponen tanto la obesidad como el sobrepeso en la salud, puesto que están considerados como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Por ello, hace hincapié en que la adopción de unos hábitos de vida saludables son fundamentales para frenar la prevalencia de esta enfermedad.
Desde el punto de vista de la alimentación, los expertos recomiendan consumir verduras y hortalizas (el menos, dos raciones diarias), fruta (una o dos piezas en cada comida principal); utilizar el aceite de oliva virgen como grasa principal de la dieta (una o dos raciones en cada comida (unos 10ml); comer una o dos raciones de pan, arroz, pasta u otros cereales (en la medida de lo posible, integrales), lo que equivale a 40-60 g de pan o 60-80 g de arroz, por ejemplo); consumir dos o más raciones de legumbres a la semana; dos raciones de lácteos al día (desnatados o bajos en grasa); dos o más raciones de pescado a la semana (ya sea blanco o azul); y evitar al máximo el consumo de carnes rojas (menos de dos raciones a la semana), intentando sustituirlas por carnes blancas. Por supuesto, hay que evitar bollería industrial y otros dulces.
Estos hábitos alimentarios deben ir acompañados de ejercicio físico moderado y regular (al menos 30 minutos diarios), con actividades como pasear o subir escaleras.