Las estadísticas dicen que septiembre es, junto con enero, el mes en que mayor número de matrículas registran los gimnasios de todas las ciudades y pueblos de nuestro país. Probablemente, la mala conciencia por los excesos cometidos durante las vacaciones veraniegas nos hace volver a todos con la idea de ponernos las pilas y empezar a hacer deporte. Por desgracia, esas mismas estadísticas aseguran que un porcentaje muy alto de las personas que se apuntan al gimnasio en septiembre, no continúan yendo más allá del primer mes… Hasta que llega enero, claro, cuando los buenos propósitos nos hacen retomar el tema.
El cansancio tras un duro día en el trabajo, la familia, los niños o, simplemente, el hecho de saber que el sofá de casa es mucho más cómodo que la elíptica del gimnasio hace que, en muchas ocasiones, nos resulta difícil vencer la pereza. ¿Existe alguna fórmula mágica? ¿Qué podemos hacer para lograr la motivación necesaria que nos empuje a seguir haciendo deporte? ¿Qué pasos debemos dar para no abandonar el la rutina de ejercicio a la primera de cambio? Hoy os vamos a dar unos consejos que quizá os ayuden a lograrlo.
1. Planea bien los objetivos que quieres lograr: ¿quieres perder peso? ¿o quizá no quedarte sin aire cuando corres para coger el autobús? Puede que la idea sea ser capaces de salir con tus hijos en bicicleta sin que tengan que esperarte cada 100 metros o, por qué no, participar en esa carrera solidaria que hay dentro de varios meses. Cualquier objetivo es válido, pero debemos saber cuál es para adaptar las rutinas al mismo y que los resultados sean mejores.
2. Elige un centro deportivo que se encuentre cerca de casa: así no tendrás la excusa de que te da pereza ir porque está lejos, porque llueve, porque hace mucho calor o demasiado frío.
3. Mejor en compañía: si, además, logras convencer a alguien de tu entorno (pareja, amigos, familia) para que vaya contigo, las posibilidades de éxito serán mayores. Cuando nos falle la motivación, hay más posibilidades de que esas personas «tiren» de nosotros para acudir al gimnasio.
4. Establece pequeñas metas: Roma no se hizo en un día y tú no vas a conseguir ser un atleta de élite en una semana. Es mejor establecer pequeñas metas e ir revisándolas semana a semana. Es mucho más fácil motivarnos si nuestro objetivo semanal era acudir tres veces al gimnasio y lo hemos logrado que si la primera semana queríamos terminar con éxito una clase de crossfit (una disciplina de ejercicio basada en los entrenamientos militares).
5. Elige disciplinas adaptadas a tu momento físico actual: no estamos diciendo que, pasado un tiempo, no puedas aguantar decentemente esa clase de crossfit, pero debemos ser conscientes en todo momento de cuál es nuestro estado físico actual y elegir la rutina más adecuada al mismo. Los gimnasios cuentan con personal cualificado que nos va a ayudar a tomar la mejor decisión. Poco a poco iremos cambiando y adaptando las rutinas, conforme vaya mejorando nuestro estado físico.
6. Elige las rutinas que más te diviertan: no a todo el mundo le gusta el running, a pesar de estar tan de moda, ni todas las personas se sienten a gusto encima de una bicicleta. Afortunadamente, hoy en día hay innumerables tipos de rutinas para elegir, desde pilates a spinning, pasando por zumba, body combact, aeroboxing, crossfit, aquagym y un largo etcétera. Es cuestión de ir probando hasta descubrir cuáles son las que más nos motivan.
7. Piensa en positivo: no veas el gimnasio como un lugar de tortura para el cuerpo sino como un sitio donde lo pasas bien, conoces a gente que también se quiere poner en forma y donde hay profesionales que se preocupan por tu salud.
8. Acompaña el ejercicio de una correcta alimentación: si tu dieta es saludable, va a complementar a la perfección las rutinas deportivas y los resultados, probablemente, se verán antes.
9. Registra los avances: la motivación mejora si cada semana vas registrando los avances que haces y te das cuenta de que has logrado mejores metas que la pasada. Las nuevas tecnologías pueden ayudarnos, existen aplicaciones móviles como Endomondo, Runtastic y otras asociadas a marcas deportivas que nos pueden ayudar a registrar todo lo que vamos haciendo y nos animan a seguir.
10. La música siempre ayuda: elegir una música que te guste puede aumentar la motivación para hacer ejercicio. Algunas disciplinas la llevan implícita pero, si no es el caso y vas a entrenar por tu cuenta, sin acudir a ninguna clase, unos auriculares y tu música favorita te hará pensar en positivo cuando estás en el gimnasio.
¡Motívate y continúa!