Los medios de comunicación italianos se han hecho eco del procedimiento de infracción iniciado por la Comisión Europea contra el gobierno del Reino Unido, por el polémico sistema del etiquetado semáforo de los productos alimentarios. El Gobierno británico tiene ahora dos meses para responder a las acusaciones. Los cargos alegan una violación de principio fundamental de la Unión Europea de la libre circulación de mercancías; es decir, que el gobierno estaría interfiriendo ilegalmente en las opciones de los consumidores.
El sistema de información nutricional conocido como «semáforo» fue promulgado por el gobierno del Reino Unido, en un esfuerzo por combatir la obesidad y ayudar a las personas a tomar mejores elecciones de alimentos. El sistema voluntario, que es ampliamente apoyado por las mayores cadenas de supermercados de Gran Bretaña, utiliza el rojo, ámbar y el verde como códigos para etiquetar el contenido en calorías, azúcar, grasas, grasas saturadas y sodio de un producto. El verde señala una baja cantidad de un nutriente determinado; ámbar una cantidad media y el rojo, alta.
Aunque la idea nació con la buena intención de simplificar a los consumidores la elección de productos más saludables, lo cierto es que, para algunos casos, como el del aceite de oliva, puede resultar confuso y hasta perjudicial. Sin ir más lejos, se da la paradoja de que este etiquetado hace que haya que indicar con una «luz roja» aquellos productos en los que el contenido de grasa excede de 17,5g/100g, sin tener en cuenta que un producto como el aceite de oliva, considerado por todos los expertos un superalimento y muy saludable, tendría que llevar en su etiquetado esa luz roja.
Los productores italianos de aceite de oliva han manifestado en múltiples ocasiones sus quejas acerca de este etiquetado que, aunque no es obligatorio, si es ampliamente utilizado en las grandes superficies británicas, como hemos comentado. De este modo, refrescos sin azúcar como la Coca-Cola Light pueden exhibir una «luz verde», a pesar de la presencia de polémicos edulcorantes artificiales y sin tener ningún beneficio declarado para la salud, mientras que el aceite de oliva tendría que lucir la «luz roja».
Refrescos sin azúcar pueden exhibir luz verde, pese a la presencia de edulcorantes artificiales, mientras que el aceite de oliva estaría marcado con la luz roja
Habrá que estar atentos para conocer la decisión final de la Unión Europea.
